El Gobierno del Estado de México, a través de la Secretaría de Bienestar, comenzó la entrega –a la ciudadanía en general– de ganado y productos perecederos que les fueron decomisados a operadores administrativos y financieros de La Familia Michoacana el pasado lunes, durante el Operativo Liberación, efectuado en 14 municipios de la zona sur de la entidad donde se registraban extorsiones, acaparamiento y control de productos de la canasta básica y materiales para la construcción.
Este viernes fue en Tejupilco donde, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad, conformado por elementos del Ejército, Marina, Guardia Nacional, Policía Estatal y Fiscalía mexiquense, cientos de personas de este municipio acudieron a recoger ganado como pollos y borregos, de igual forma carne empaquetada y granos.
Sin embargo, en este municipio se suscitó un hecho delictivo, ya que antes de la llegada de las fuerzas del orden se robaron 60 cerdos de una bodega que tenía sellos de clausura y supuestamente estaba custodiada.
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Al llegar al inmueble, elementos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) se percataron que los porcinos que entregarían a la población habían sido sustraídos.
“Al ingresar al inmueble no se encuentran presentes los porcinos, pero se hace constar que no fueron movidos los sellos; sin embargo, se ordena hacer la correspondiente carpeta de investigación por qué no se encuentran presentes los animales que fueron dejados en depósito”, indicó un agente del Ministerio Público.
Después de este suceso, cientos de personas de todas las edades, mujeres y hombres, hicieron fila para recibir animales comestibles y de cría vivos, así como alimentos perecederos.
Esta actividad de entrega en especie a la ciudadanía continuará en los siguientes días en toda la región sur de la entidad, luego de que la Fiscalía General de Justicia del Estado de México solicitó y obtuvo de un juez la disposición anticipada de bienes decomisados en el Operativo Liberación, dirigido contra las operaciones administrativas y financieras del cártel de La Familia Michoacana, que además de extorsión tenía bajo su control todas las actividades comerciales, imponiendo sobreprecios y cuotas; incluso tenía en su poder las actividades de paquetería.