La trágica historia de Paolo Sánchez, un adolescente de 14 años originario de la alcaldía Coyoacán, ha conmocionado a redes sociales y comunidades montañistas. El joven murió por hipotermia tras adentrarse solo en el volcán Iztaccíhuatl.
Siete días después de haber sido visto por última vez, su cuerpo fue localizado a más de 4 mil 700 metros de altitud.
¿Qué ocurrió con Paolo Sánchez?
12 de julio:
Paolo fue visto por última vez en la colonia Romero de Terreros, en la alcaldía Coyoacán, Ciudad de México. Ese día habría iniciado su ascenso en solitario al Iztaccíhuatl, una de las montañas más altas y frías del país.
17 de julio:
Cinco días después de perder contacto con él, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México emitió una ficha de búsqueda y activó una Alerta Amber. Se detalló que el menor había salido sin compañía de un adulto y que acostumbraba realizar actividades de senderismo.
Previo a su fallecimiento:
Paolo grabó un video en el que describía las condiciones extremas que enfrentaba. En la grabación, hablaba con calma del frío intenso, mencionaba que no tenía casa de campaña ni bolsa para dormir, y reconocía que los refugios estaban demasiado lejos como para alcanzarlos antes del anochecer.
A pesar de la gravedad de la situación, se le escucha tranquilo e incluso con algo de humor, lo que algunos internautas interpretaron como un posible efecto de la hipotermia en su organismo, ya que esta puede provocar confusión o desorientación.
19 de julio:
Dos días después de la emisión de la alerta, el cuerpo de Paolo fue encontrado por el Socorro Alpino de México en el paraje conocido como “Dos Portillos”, a una altitud aproximada de 4 mil 780 metros sobre el nivel del mar. Su cuerpo fue descendido en camilla.
A raíz del caso, expertos en montañismo han insistido en que subir al Iztaccíhuatl sin el equipo adecuado representa un alto riesgo. Recomiendan siempre llevar ropa térmica, botas especiales, guantes, gorro, equipo de navegación, crampones, piolet y, sobre todo, no subir en solitario ni sin conocer la ruta.
El caso de Paolo ha encendido las alarmas sobre la importancia de la preparación, supervisión y acompañamiento en actividades de alta montaña, especialmente cuando se trata de menores de edad.
