Una delegación del Estado de Chihuahua, encabezada por la gobernadora Maru Campos, participa como invitada especial en el evento “La Navidad Mexicana en el Vaticano”. Este encuentro se desarrolla en el marco del Jubileo Ordinario 2025, uno de los periodos más significativos para la Iglesia Católica.
El evento es organizado por la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, a través de la Embajada de México ante la Santa Sede. Con esta participación, Chihuahua se convierte en la decimoséptima entidad mexicana en ser parte de este importante encuentro cultural y espiritual en el corazón del Vaticano.
Las actividades iniciaron con una misa oficiada por monseñor Pietro Bongiovanni, párroco de la Basílica di San Salvatore in Lauro. En la ceremonia, se dio la bienvenida a la representación de Chihuahua y a los embajadores de México ante la Santa Sede, Alberto Barranco, y ante Italia, Genaro Lozano.
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La gobernadora Maru Campos agradeció la cálida recepción y extendió un reconocimiento especial al embajador Barranco y a su esposa, Teresa Loera, por la invitación para que Chihuahua fuera el anfitrión estatal este año.
Chihuahua presenta lo mejor de su cultura ancestral
La mandataria estatal destacó un hecho histórico: por primera vez, la comitiva de la Navidad Mexicana se integra oficialmente con representantes de pueblos originarios. Con orgullo, presentó al Coro de Niñas del Albergue Yermo y Parres, de Carichí, integrado por niñas Rarámuri.
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“Carichí, Chihuahua, se encuentra en lo profundo de nuestra Sierra Tarahumara”, explicó Campos. Esta región es conocida por su belleza natural y por ser el hogar de culturas ancestrales como los rarámuri, cuyas representantes viajaron hasta el Vaticano.
Acompañada por el obispo de la Tarahumara, Juan Manuel González, la gobernadora describió a este pueblo originario como lo más puro y luminoso del territorio chihuahuense. Resaltó la fortaleza de las comunidades que recorren grandes distancias en la majestuosa Sierra Tarahumara.
“El canto de las niñas busca justamente reavivar nuestra esperanza”, expresó la mandataria de Chihuahua. Añadió que este concierto y la misa sirven para recordar que la diversidad cultural engrandece y que, unidos, es posible construir la paz que las naciones necesitan.
El programa artístico incluyó el concierto “Raíces, Sonidos y Emociones”, a cargo del coro de niñas de Carichí. Las jóvenes interpretaron cantos navideños y tradicionales en español y en su lengua materna, el rarámuri, ofreciendo una muestra única de su patrimonio cultural.
También tomaron parte en la celebración el reconocido pianista rarámuri, Romeyno Gutiérrez, y el famoso grupo musical Conjunto Primavera. La velada culminó con una tradicional posada mexicana, donde los asistentes disfrutaron de dulces, comida y la emblemática piñata.
Este año, dedicado en México a las mujeres indígenas, la participación de Chihuahua tuvo un profundo significado. El estado priorizó la inclusión de niñas de comunidades originarias, llevando su voz y su arte directamente al escenario global del Vaticano, en un acto de gran representación cultural y diplomática para Chihuahua.
