La presencia de una familia de flamencos rosados en el Lago de Texcoco ha sorprendido a habitantes del Estado de México y a usuarios de redes sociales, quienes han compartido imágenes y videos del inusual espectáculo natural.
Dos ejemplares adultos y una cría fueron vistos en el Lago Nabor Carrillo, ubicado dentro del Parque Ecológico Lago de Texcoco, conviviendo con otras aves migratorias como garzas y patos.
Afirman que la aparición de flamencos no es permanente
Desde hace varios días, personas que viven cerca del humedal detectaron la presencia de estas aves, cuyo hábitat más conocido en México se localiza en el estado de Yucatán.
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La escena rápidamente se volvió viral, generando asombro por el contraste de los flamencos rosados con el paisaje del centro del país.
Especialistas en fauna, explicaron que la aparición de estos flamencos no es anómala ni permanente.
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De acuerdo con los expertos, las aves se encuentran explorando el Lago de Texcoco como parte de su comportamiento natural, ya que durante sus etapas juvenil y adulta suelen recorrer distintos humedales en busca de alimento.
La permanencia de los flamencos en la zona está directamente relacionada con las condiciones del entorno.
Mientras el lago ofrezca agua suficiente y alimento disponible, las aves pueden permanecer por algunos días; sin embargo, al no tratarse de una migración estricta, se espera que abandonen el sitio en cuanto las condiciones dejen de ser favorables.
Visita de los flamencos rosados refuerza la importancia ambiental
El Lago de Texcoco ha recuperado parte de su función ecológica en los últimos años. En septiembre de 2025, tras una temporada de lluvias intensas, alcanzó el 78 por ciento de su capacidad, almacenando actualmente alrededor de 39 millones de metros cúbicos de agua, de los cuales 24 millones corresponden al Lago Nabor Carrillo.
Este volumen de agua permite que el humedal funcione como refugio y punto de alimentación para aves locales y migratorias.
La visita de los flamencos rosados refuerza la importancia ambiental del Lago de Texcoco como un ecosistema clave para la biodiversidad en la región central del país.