A una semana de que las intensas inundaciones devastaran diversas colonias de Poza Rica, la emergencia se ha desplazado de la fuerza del agua a la amenaza de la salud pública. Habitantes de la ciudad luchan por recuperar sus hogares en medio de grandes acumulaciones de lodo y basura, una situación que ha disparado las alertas sanitarias en la zona.
Centli Pérez Varona, una residente de Poza Rica que ha participado activamente en las labores de auxilio, compartió su testimonio, haciendo un llamado urgente a las autoridades para atender la delicada crisis que se vive a pie de calle.
Poza Rica sobrevive entre olores nocivos y riesgo de contaminación masiva
La principal preocupación de los damnificados es el rápido deterioro de las condiciones sanitarias provocado por los desechos estancados. Los restos de las casas y el lodo han comenzado a generar olores insoportables, poniendo en riesgo la salud de miles de personas.
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“La situación sanitaria pues sí es delicada en cuanto a que ya empiezan a desprender algunos olores incómodos para la población,” advirtió Pérez Varona.
La residente enfatizó que la acumulación de materia orgánica y basura es un caldo de cultivo para enfermedades. “Todos esos desechos... eso es lo que pudiera poner en riesgo a todos los habitantes de la ciudad, incluso pues a los que no estamos tan cerca de los daños.”
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Aunque existe apoyo inicial en temas de vacunación, el volumen de la limpieza sobrepasa la capacidad humana, obligando a los damnificados y a los voluntarios a trabajar en entornos potencialmente tóxicos.
Habitantes de Poza Rica claman por ayuda humanitaria y maquinaria de limpieza
La magnitud del desastre ha superado la capacidad de respuesta con herramientas manuales. El lodo y los escombros que quedaron dentro de las viviendas y negocios requieren de equipo pesado para su remoción.
Centli Pérez Varona recalcó la necesidad apremiante: “Es muy importante que sepan que hace falta maquinaria para poder retirar todo ese desecho que ya humanamente no es posible hacerlo.”
Por ahora pese al esfuerzo ininterrumpido de la población, las organizaciones civiles y gubernamentales; los cuerpos de auxilio (personal médico, Protección Civil y elementos de la Marina), el volumen del desastre exige una respuesta más contundente. Ante esta crisis persistente, la voz de los habitantes de Poza Rica se alza con exigencia, clamando por una estrategia coordinada que detenga el riesgo sanitario y evite que la emergencia se convierta en una tragedia de mayores dimensiones.
