En la Garita de Otay, en Tijuana, se realizó una Jornada de vacunación contra influenza, COVID-19 y neumococo para niñas, niños y personas de más de 60 años, organizada por los gobiernos de Baja California y del condado de San Diego, en Estados Unidos, con el apoyo de Secretaría de Salud federal y la Organización Panamericana de la Salud.
La estrategia conjunta busca prevenir enfermedades respiratorias y garantizar el acceso equitativo a estas vacunas, a fin de proteger a los grupos vulnerables en una de las regiones con mayor relevancia cultural y flujo migratorio de todo el mundo.
Al encabezar la ceremonia ante representantes de sectores sanitarios fronterizos, el director general del Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia (Censia), Daniel Aceves Villagrán, enfatizó que, por cada dólar invertido en vacunas hay un retorno de 26 dólares y que, gracias a ellas, al año se evitan a nivel global 3.5 millones de defunciones.
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Aceves Villagrán remarcó “más allá de las fronteras, en zonas geográficas con alta densidad poblacional”, la vacunación “es una estrategia fundamental de salud pública para la reducción de la morbilidad y mortalidad por enfermedades prevenibles”.
En esta jornada se realizaron actividades de vacunación en los nueve cruces fronterizos entre Baja California y Estados Unidos, lo que beneficiará a las personas en tránsito; a la fecha, dentro de Campaña de Vacunación de la Temporada Invernal 2024-2025, se han aplicado en Baja California 139 mil 821 dosis contra la COVID-19 y 585 mil 818 dosis contra la Influenza estacional.