La administración financiera de Quintana Roo ha logrado un espacio fiscal y fortalecido la liquidez del estado, al aumentar su calificación a "mxA-" con una perspectiva positiva, debido a las mejoras significativas en las finanzas públicas mediante la implementación de un paquete fiscal integral en 2023, según informó Standard & Poor’s Global Ratings.
La calificadora destaca que la fortaleza del turismo y las inversiones del Gobierno Federal han tenido un impacto favorable en la economía de Quintana Roo.
“La fortaleza del turismo y el avance de las inversiones del Gobierno Federal en el estado han tenido un impacto favorable en la economía de Quintana Roo, aunque la concentración en el sector turismo y los pasivos contingentes por desastres naturales continuarán siendo desafíos clave en el mediano plazo", señala la calificadora en un reporte enviado a la Bolsa Mexicana de Valores.
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Según la agencia, la gestión financiera de la presente administración mejoró las finanzas públicas mediante la implementación de medidas fiscales y la reestructuración completa de la deuda a largo plazo.
Esta mejora, asegura, evitó la necesidad de recurrir a préstamos a corto plazo para cubrir déficits financieros el año pasado. Se precisó que la economía se está beneficiando con la ejecución de proyectos de infraestructura como el Tren Maya, el recién inaugurado Aeropuerto Internacional de Tulum “Felipe Carrillo Puerto” y otras obras viales, muchas de las cuales ya están en operación.
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En otra evaluación y tras un lapso de tan solo 8 meses desde la calificación otorgada por Standard & Poor’s Global Ratings, el Estado registró un ascenso en su calificación soberana de largo plazo en la escala nacional, alcanzando un destacado mxA+.
Este logro, compartido por pocos estados, refleja el resultado de una estrategia integral implementada por el Gobierno de Quintana Roo en la reestructuración de su deuda pública directa, lo que permitió obtener una calificación AA+ para cada uno de los nuevos créditos.
Estos avances proyectan tener un impacto tangible en la atracción de inversión extranjera directa hacia Quintana Roo, lo que a su vez se traduce en la creación de empleos bien remunerados y en una mayor derrama económica.