Al encabezar la asamblea anual “Somos el Cambio”, el presidente de la Fundación, Alfonso Romo Garza Lagüera, dio la bienvenida a los 30 equipos finalistas que provienen de 13 entidades y que realizaron proyectos para fortalecer su entorno y resolver así los problemas que les aquejan en sus comunidades o regiones del país.
“Un año más de demostrar que en México no hay cambio que no se pueda hacer cuando nos juntamos y cuando nos ponemos de acuerdo en comunidad, con familia y con amigos, para hacer lo que queremos ver en nuestros países, en nuestras comunidades, diferente”, dijo el directivo quien reconoció el esfuerzo que hizo cada uno de los menores, adolescentes y adultos que integran los grupos.
“A nadie de ustedes nosotros les dimos nada, ustedes lo consiguieron solos, quédense con eso grabado toda su vida, porque así es la vida. La vida está para que ustedes y nosotros colaboremos con los que conocemos para hacer los cambios que todos queremos ver, así es la vida, y ustedes llevan un paso adelante”.
Garza Lagüera recordó que los emprendedores más grandes del mundo han iniciado desde niños, “Ustedes deciden hasta dónde van a llegar”, advirtió.
Citó el caso del hombre que fundó el complejo turístico de Vidanta, ubicado en Bahía de Banderas, Nayarit. “Él empezó de nada, él empezó haciendo trabajos muy pequeños y se convirtió en el hotelero más grande del país y probablemente uno de los más grandes del mundo”.
Por su parte, la directora de la asociación, María Fernanda Gómez de la Garza, dijo que los grupos ya demostraron que de lo que son capaces y pueden alcanzar.
“Ustedes se merecen esto, ustedes trabajaron por esto, les costó sudor, dinero, tiempo, ayuda, les costó hablar con gente ´que a veces nos puede dar pena´, les costó perderse o quitarse el miedo, les costó hacer cosas que no se imaginaban y de repente lo lograron”.
Durante el evento de bienvenida, el director del Museo de Memoria y Tolerancia de la Ciudad de México, Miguel Ramos, impartió una charla.
Invitó a los niños y jóvenes a elegir su actitud frente a la vida, ya que será lo que defina su futuro. Lo peor que puede pasar -dijo- es ser indiferente a lo que pasa a nuestro alrededor. “Vuelves invisibles los problemas”, argumentó. Por eso, los conminó a ser comprometidos.