Los cuerpos sin vida de tres policías municipales que llevaban una semana desaparecidos en Cajeme, Sonora, fueron localizados la tarde de ayer sábado envueltos en bolsas negras y atados con cinta canela.
Se trataba de los hermanos José de Jesús, Carlos Armando y Marco Antonio López Félix, quienes habían sido plagiados por un comando armado el viernes 30 de junio en la comunidad de pueblo yaqui, cuando se encontraban en un convivio familiar.
Los tres cuerpos fueron abandonados sobre la calle Rubí, entre Cuarzo y Coral, en la colonia Valle Verde, a plena luz del día frente a un predio baldío y a un expendio de cerveza.
La escena y varias cuadras a la redonda fueron resguardadas por elementos de la Marina, Secretaría de la Defensa Nacional, Guardia Nacional, agentes ministeriales, así como policías estatales y municipales.
La Fiscalía de Justicia del Estado informó que “desde el inicio de las investigaciones la hipótesis de trabajo es una agresión directa en contra de ellos y la línea de investigación está dirigida hacia uno de los grupos delincuenciales, ya determinado, que opera en la región”, pero que por el momento se omitirán mayores datos para guardar la secrecía del caso al ser una investigación en curso.
Un día antes del hallazgo, familiares de José de Jesús, Carlos Armando y Marco Antonio se habían manifestado frente al palacio de gobierno municipal de Cajeme para exigir a las autoridades respuestas, pues el operativo de búsqueda implementado por los tres niveles de gobierno no había dado resultados.
El Comité Ciudadano de Seguridad Pública de Sonora aseguró que según el registro de causa en común, van 11 policías asesinados en la entidad durante 2023, por lo que pidieron llevar a cabo acciones categóricas para la resolución de los asesinatos de policías que hasta hoy siguen impunes, además de que emitan de manera pública y puntual el avance de las investigaciones del triple crimen ocurrido en Cajeme, pues consideran merma el espíritu de trabajo de los cuerpos de seguridad.