El padre Mateo Calvillo fue agredido el pasado domingo 3 de julio en el municipio de Queréndaro en Michoacán. La vocería de la Arquidiócesis de Morelia informó que se encuentra fuera de peligro.
El religioso relató que el ataque ocurrió en cuestión de minutos, cuando entraba al pueblo. El agresor, que se encontraba armado, le bloqueó el paso y abrió la puerta de su vehículo para golpearlo en la cara. “Fue un ataque profesional, me bloquearon el carro, me agredieron a golpes”.
La iglesia católica en México.
“El agresor debió ser un sicario, aunque no me presentó su credencial. Un psicópata, era muy alto y fuerte, moreno, con entradas en el pelo, tenía en los puños un arma, se dirigió a mí, abrió la puerta de mi auto, me destrozó la cara, dejándola con hemorragias terribles”, contó el padre Calvillo.
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Tras la agresión, el padre Calvillo buscó ayuda en la iglesia con el cura Rafael Juárez y pronto se dirigieron a la clínica Asunción. “Este ataque yo lo había presentido, a todos nos puede tocar, estoy tentado a decir: nos va a tocar.
Cada vez más religiosos son víctimas de violencia en el país.
Hay que ser conscientes y estar preparados, estudiar nuestra reacción, una equivocación puede ser mortal. Me salió muy barato si pienso en la suerte de los hermanos jesuitas asesinados (en Chihuahua) y en tantas muertes y masacres”, dijo.
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La vocería de la Arquidiócesis de Morelia reportó que el padre Mateo Calvillo fue dado de alta y que se encuentra en reposo y fuera de peligro.
Recientemente, el asesinato de dos sacerdotes jesuitas en el estado de Chihuahua conmocionó al país y a la Iglesia Católica.