Sacerdotes jesuitas asesinados en Chihuahua tenían 50 años de hacer labor social en Cerocahui, dijo el padre José Amado Fernández.
El padre, docente de una escuela jesuita en León, Guanajuato, y compañero de estudios de los sacerdotes Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, que fueron asesinados dentro de una iglesia de Cerocahui, del municipio de Urique, Chihuahua, cuenta por qué y cómo fue el ataque, además de que los cuerpos de los dos religiosos se encuentran desaparecidos.
Al borde del llanto, señaló que la zona donde fueron asesinados sus compañeros es libre para el crimen organizado, por lo que ambos sabían lo que sucedía, pues desde hace 50 años estaban ubicados haciendo labor social en la zona de Cerocahui.
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Los sacerdotes asesinados estudiaron en un templo jesuita ubicado en San Ángel, en la Ciudad de México, en un inicio fueron trasladados a Puebla a hacer labor social y después pidieron estar en la sierra tarahumara.
Por su parte, la Conferencia del Episcopado Mexicano condenó la violencia que se vive en México, cono el de los sacerdotes jesuitas asesinados en Chihuahua.
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