El gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, confirmó que se instalaron varios retenes para impedir el paso de migrantes hacia la frontera, mientras que más de 50 migrantes se quedaron varados en la central de autobuses, ya que las empresas de transporte los obligaron a no vender boletos hacia piedras negras y Ciudad Acuña.
Los migrantes denunciaron que el Instituto Nacional de Migración los engañó al darles el permiso de estancia de un mes y no se los quieren hacer válidos para llegar hacia la frontera.
Cabe recordar que el mandatario estatal aceptó las condiciones del gobernador de Texas, Eu, Greg Abbott, y para evitar las dobles inspecciones al transporte de carga, como ocurrió en el mes de abril, se comprometió a “operar puestos de control ya establecidos en diferentes partes del estado para detectar la llegada de inmigrantes antes de entrar en Coahuila y una vez que sean detectados, serán devueltos a un lugar designado en México”, precisó el documento firmado por Riquelme Solís y obtenido a través de un ejercicio de transparencia.
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El denominado memorándum de entendimiento también obliga a la entidad a contar con “equipos especiales de personal y equipos de motor para evitar el cruce de inmigrantes que lleguen a los puertos de ciudad Acuña y/o Piedras Negras, con el fin de asegurar que ningún migrante cruzará la frontera en esos lugares y en áreas identificadas por el departamento de seguridad pública de Texas.
Este esfuerzo incluye el uso de helicópteros y vehículos todo terreno para patrullar la frontera.