Por Antonio Maya / Corresponsal de MVS Noticias en Tijuana
El gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez, informó a través de su videoconferencia diaria que giró instrucciones al secretario de gobierno, Amador Rodríguez Lozano, para que se analice la viabilidad de expropiación del Club Social Campestre de Tijuana para el beneficio público, ya que argumentó que la ciudad carece de áreas verdes.
Al respecto, empresarios, abogados y funcionarios de la localidad consideraron que las intenciones del mandatario estatal se deben a las rencillas que mantiene desde hace unos meses con el alcalde de Tijuana, Arturo González Cruz, quien antes de ocupar el cargo municipal presidía la mesa directiva de dicho club.
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Por su parte, el diputado federal de oposición por Baja California, Héctor Cruz Aparicio, señaló que Bonilla Valdez está arrastrando asuntos personales a las acciones de gobierno en vez de atender otros temas, como seguridad, adeudos educativos, economía local y la pandemia.
Consideró que el tema de la expropiación es inviable política y gubernamentalmente, ya que el gobierno de Jaime Bonilla Valdez entraría en un litigio con las personas propietarias del inmueble, además de que en la ciudad hay reservas territoriales en las que se pueden generar condiciones para el esparcimiento público.
Mientras que el presidente de la federación estatal de colegios, barras y asociaciones de abogados de Baja California, José Luis Molina Magaña, aseguró que no se reúnen los requisitos mínimos para que pueda operar una prescripción en contra del Club Social Campestre.
Los terrenos en donde hoy se encuentra el Club Social Campestre pertenecieron al casino de Agua Caliente, inaugurado en la década de los años 20 por el exgobernador del territorio de Baja California y expresidente de México, el general Abelardo l. Rodríguez, los cuales fueron expropiados durante el gobierno del general Lázaro Cárdenas del Río debido a que Tijuana se estaba convirtiendo en una ciudad de vicio, por lo que los edificios del casino pasaron a manos de la Secretaría de Educación para construir escuelas.
En tanto, la casa club del casino se convirtió en un hospital y el campo de golf y los matorrales se secaron debido a la falta de mantenimiento.
No fue sino hasta 1948 cuando el general Abelardo l. Rodríguez reunió a un grupo de empresarios de Tijuana para proponerles la donación de 70 hectáreas del predio original con el fin de que crearan un club y mantuvieran el campo de golf con sus 18 hoyos.
En su historia como Club Social Campestre, el predio en donde se sitúan sus instalaciones ha sido disputado en dos ocasiones.
En ambas, el gobierno estatal y federal en turno resolvieron a favor de los socios del complejo recreativo privado.
Sin embargo, tras 40 años sin disputas por éste, el gobernador Bonilla Valdez pretende expropiarlo.
Finalmente, cabe señalar que la esposa de Jaime Bonilla Valdez, rita fimbres, es familiar de luis fimbres moreno, expresidente del Club Campestre de 1972 a 1974.