En Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, el alcalde de Huixtán, Javier Sebastián Jiménez Sántiz, y el síndico Luis Ton, fueron retenidos y vestidos de mujer en la comunidad de Spuilhó, perteneciente a ese municipio, como castigo por no cumplir con sus compromisos en materia de obra pública.
Los habitantes del poblado de Puerto Rico retuvieron al alcalde y al síndico de Huixtán, ambos militantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD), para demandar la entrega de más de cuatro millones de pesos para la construcción de viviendas.
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El representante de los inconformes, Jerónimo de Meza Hernández, dijo que de acuerdo con expedientes técnicos, la administración de Jiménez Sántiz debió suministrar a la comunidad un presupuesto de más de 12 millones de pesos, pero únicamente entregó ocho millones.
De tal forma, vistieron de mujer a los servidores públicos, porque “así es la costumbre; como una forma de presión para que las autoridades actúen y porque significa que no tienen palabra de hombre”, detallaron medios locales.