La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó que para evitar "una desgracia" fue que se tomó la decisión de devolver el armamento que momentos antes se le había asegurado a pobladores de La Huacana, a quienes se les vincula con el Cártel Jalisco Nueva Generación.
En una tarjeta informativa, la dependencia destacó que había la opción de que ingresara un mayor número de efectivos para rescatar a los once militares que fueron retenidos; sin embargo, se optó por devolver el armamento, con el fin de "evitar dañar a la población civil y preservar la vida de los soldados".
Indicó que el domingo 26 de mayo, al realizar un recorrido cerca de la comunidad de Cuimbo, en La Huacana, en dos ocasiones los efectivos militares fueron objeto por parte de civiles, a quienes les aseguraron cuatro armas largas, cargadores y cartuchos.
Agregó que al reincorporarse a su unidad y al pasar por el centro de la cabecera municipal de La Huacana, la población, incluyendo mujeres y niños, bloqueó el paso y agredió física y verbalmente a once militares, a quienes les exigían la devolución del armamento asegurado.
La Sedena destacó que ante esta situación y "con la finalidad de no provocar una desgracia, como la que habría ocurrido si hubieran hecho uso de sus armas, los soldados entregaron su armamento".
Finalmente, la dependencia subrayó que México tiene un ejército profesional y respetuoso de los derechos humanos y que sabe hacer un uso racional de la fuerza.
Destacó que los hechos de La Huacana refutan los argumentos que señalan que el Ejército mexicano no está capacitado en materia de derechos humanos y puntualizó que este caso demuestra el riesgo de vida al que se enfrentan más de 60 mil efectivos.