La conocida práctica de los “políticos chapulines” invadió el Congreso del Estado de México, pues a medio año de concluir gestión, la 59 Legislatura local está compuesta mayoritariamente por congresistas suplentes, ya que por ajustes en los gobiernos federal y estatal, pero especialmente por las elecciones del 2017 y 2018, 50 de los 75 diputados propietarios han tenido que dejar el cargo.
Algunos porque fueron invitados a sumarse al gobierno de la República desde hace dos años; otros porque participaron en los comicios de gobernador del año pasado y fueron asignados a la administración del mandatario, Alfredo del Mazo; pero la mayoría porque va a participar en los comicios del 1 de julio como candidatos a diputados federales, alcaldes, síndicos o regidores, incluso varios van por la reelección de mayoría y plurinominal.
Es así que entre licencias temporales y definitivas en la fracción parlamentaria del PRI 22 de sus 33 integrantes se han separado del cargo; del PAN 11 de los 12 integrantes de bancada ya son suplentes; del PRD siete de 12; de Morena tres de seis, de Movimiento Ciudadano sus tres diputados propietarios abandonaron la curul, del Partido Verde uno y de Nueva Alianza uno.
La siguiente legislatura estatal, la número 60, que será designada en las elecciones locales del 1 de julio entrará en funciones el próximo 5 de septiembre.