El fiscal general de Quintana Roo, Miguel Ángel Pech, señaló que una de las hipótesis de investigación en la explosión de un ferry en costas de Playa del Carmen, es un autoatentado por parte de la empresa Barcos del Caribe.
“Estamos buscando todos los datos de prueba necesarios para tener una certeza, hasta ahorita no lo podemos afirmar, es una de las hipótesis de investigación debido a la forma en que ocurrieron y la forma en que se propagó la noticia a través de las redes”, dijo en entrevista para Despierta con Loret.
Pech descartó que se trate de un acto terrorista, “sería muy aventurado y además poco ético de nuestra parte si no tenemos los elementos de prueba, pareciere que es otra situación directamente lo que tendríamos que descartar”.
Precisó que desde el momento del accidente la Fiscalía actúo privilegiando la salud y la vida de las personas y se trabajó de manera conjunta con la Subdelegación de la Procuraduría General de la República (PGR).
Mencionó que remitieron a un laboratorio de la Ciudad de México varias muestras, cuyo resultado aún no han recibido y desconoce si éste ya fue presentado en la propia delegación de la PGR.
Indicó que luego de que en las redes sociales se difundió la existencia de un artefacto amarrado en el ancla, “no era un barco que estaba cruzando”, en uno de los barcos que está fondeado a más de 500 metros del muelle de Cozumel y que no opera desde hace más de 10 meses.
“Resulta extraño que los buzos de esta empresa (Barcos Caribe) hayan difundido a través de redes y otros medios que se había encontrado este artefacto, esto dio que los buzos expertos de Marina lograran destrabarlo y entregarlo después a la Sedena que es la encargada de hacer lo pertinente”, subrayó.
Insistió en que el barco en el que fue encontrado el artefacto fue otro de esa compañía pero que está fondeado hace más de 10 meses a 500 metros del muelle de Cozumel.