El Observatorio para la Gestión Integral del Agua para Jalisco presentó tres paquetes de recomendaciones a las autoridades estatales y municipales del Área Metropolitana de Guadalajara y de la región sur del estado.
El profesor del Departamento de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos (DSOJ) del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), Carlos Peralta, dijo que algunos de los temas que el Observatorio Ciudadano para la Gestión Integral del Agua de Jalisco planteó en tres paquetes de recomendaciones a distintas autoridades estatales son: el crecimiento vertical de las ciudades irrumpe el flujo del agua hacia los acuíferos.
Asimismo, las condiciones en las que regresaría el agua al lago de Chapala si se hace el trasvase de Jalisco a León, y la sobreexplotación de los acuíferos de la región sur del estado,
El también integrante del comité ejecutivo del observatorio agregó que un paquete de recomendaciones está dirigido al gobernador del estado, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, y plantea problemas de equilibrio ambiental, sobre todo para la región de Los Altos de Jalisco.
Mencionó que en el plan de la construcción de la presa El Zapotillo y el trasvase para llevar agua a León hace falta un estudio claro sobre el balance hídrico.
“Cuánta agua hay, qué va a pasar con el agua que se extrae, además, sabemos que los productores extraen mucha agua y están bajando las reservas de los acuíferos en Los Altos”.
Comentó que la propuesta del trasvase implica que una vez que el agua sea utilizada en León, ésta regresará a Jalisco a través del Río Turbio y desembocará en Chapala, “este es un afluente de los más contaminados de México”.
“Mandamos agua limpia que se nos regresaría contaminada en un volumen mucho mayor al de Chapala, entonces, son una serie de recomendaciones que se hacen para que el gobernador de Jalisco realice un estudio sobre el estado del Río Turbio en cuanto a contaminación, y tenga claridad sobre qué se puede hacer con eso”.
El experto recordó que 60 por ciento del agua que se consume en el área metropolitana de Guadalajara proviene de Chapala.
Manifestó que el observatorio propone una estrategia estatal para que se emitan ‘bonos de agua’ que compensen a los productores que tengan un mejor manejo del líquido.
Por ello, recomendó al gobernador la creación de un programa de ‘extensionismo’ ambiental, “lo que significa generar fórmulas para que los ciudadanos puedan promover la protección del medio ambiente para un desarrollo más sustentable”.
Peralta expresó su preocupación por el crecimiento vertical en el área metropolitana de Guadalajara y el impacto que esto tiene sobre los acuíferos de la ciudad.
Explicó que la construcción de torres departamentales o administrativas, además de tener un impacto habitacional, implica excavaciones muy profundas, generalmente para hacer los estacionamientos, los cuales rompen los flujos subterráneos de agua, aproximadamente 40% del abastecimiento de agua es mediante pozos.
Por ejemplo, pidió hacer una declaratoria para delimitar las cuencas y los cauces, “medir los volúmenes y la cantidad de caudales que hay; monitorear y verificar qué pasa con el agua, porque lo que puede llegarnos a pasar obviamente es que empiecen a secarse los pocos vestigios de acuíferos que tenemos”.
Detalló que el texto de este paquete de recomendaciones dirigido a los alcaldes de Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque, Tlajomulco y Tonalá es claro en este punto: “que se prohíba o se suspenda la construcción sobre mantos y corrientes subterráneas o superficiales, ya sean torres u obras públicas que impacten el sistema hídrico”.
El experto resaltó que se realizó un estudio basado en mil 647 encuestas sobre la situación del agua, la sistematización de los resultados arrojó asuntos preocupantes como lo relativo a las plantas de tratamiento en la región que podría ser un símil de la situación estatal.
“Más de 80% de las plantas de tratamiento no funcionan, eso quiere decir que el agua que sale de las casas o de las industrias se vierte directamente a ríos, a manantiales y a represas”, indicó.
Destacó que también se encontró que en los acuíferos subterráneos de la región sur ya no debería de extraerse más agua, aunado a que no hay condiciones para que estos vuelvan a recargarse al incrementarse la tala para plantíos de aguacate o berries.
“Esos son dos de los problemas que se ven aunado a que no hay control, no hay una lógica de política sobre fertilizantes e insecticidas que se usan en estas mismas agroindustrias”.
Peralta subrayó que desde la perspectiva de los pobladores sí se afecta el ecosistema: “no llegan los mismos animales a anidar; ya no se puede pescar en algunas lagunas, como la de Ciudad Guzmán, porque no sólo se reduce el tamaño por el desazolvado, sino por la contaminación”.
“Y el lirio que crece por la misma contaminación; son problemas que la gente detectó pero que están sustentados también en estudios institucionales hechos sobre el agua”, señaló.
Precisó que el observatorio es un órgano creado por el gobierno de Jalisco en el que participan académicos y organizaciones de la sociedad civil que tiene la posibilidad de emitir recomendaciones que deben ser atendidas por la autoridad.
Apuntó que la idea por parte del observatorio es que haya respuesta de parte de las autoridades sobre qué se hace, “se exige que den por escrito qué piensan hacer ante las recomendaciones para poderles dar seguimiento”.
Finalmente. lamentó que la mayoría de las recomendaciones que ha emitido el observatorio no han sido atendidas.
“Hay una cuestión no sólo política, también en muchos casos económica, porque obviamente se afectan intereses, pero las autoridades lo mínimo que deberían de hacer es recibirlas y decir qué piensan hacer al respecto para atender lo que aquí se observa”, concluyó.