indígenas desplazados de los municipios de Chenalhó, Zinacatán y Ocosingo que conforman la caravana denominada “pies cansados” han caminado a pie más de 45 kilómetros con rumbo a la capital de Chiapas, para demandar atención urgente y retorno a sus comunidades ante el miedo por amenazas de grupos armados.
El día de ayer, decidieron no avanzar porque muchos indígenas presentan enfermedades respiratorias y lesiones en los pies, por lo cual, acamparon a la altura del kilometro 15 de la autopista San Cristóbal de las Casas, bajo pedazos de hule y sobre cartones.
Hoy, iniciaron su caminata desde las 5 de la mañana y se espera que acampen en el kilometro 3 de la carretera a Tuxtla Gutiérrez, para mañana sábado arribar a la capital de Chiapas e instalar un plantón permanente.
El Comité de Familias Desplazadas, informó que únicamente han llegado en dos ocasiones atenderlos paramédicos de la Cruz Roja Mexicana, quienes además el día de ayer les entregaron casas de campaña.
En tanto, autoridades de Chiapas, como Protección Civil o la Secretaria de Salud no han atendido el llamado de auxilio para acompañar a la caravana.
Los indígenas desplazados en su recorrido han recibido apoyos de alimentos, ropa y donativos de organizaciones sociales y agrupaciones religiosas.
A cinco días de esta caravana de indígenas desplazados, ni el gobierno federal ni el gobierno de Chiapas han presentado una propuesta de atención integral.
En esta caravana participan 500 indígenas de las comunidades Puebla en Chenalhó, Shulvó en Zinacantán, Tenango y Cintalapa de Ocosingo.