La Secretaría de Marina donó las botas de la perrita rescatista “Frida” y las de su entrenador, el tercer maestre Israel Arauz, al icónico Museo de la Zapatería El Borceguí, de la Ciudad de México.
“Es el primer calzado no humano que recibimos en este museo con una ilusión terrible porque, para mí, tienen mucho más valor sentimental que las mismas botas lunares, puesto que detrás de este animal, de su entrenador, dice muchísimas cosas, porque no hay cómo salvar una vida”, dijo María Teresa Ballina, directora del Museo.
En este museo de 2 mil 500 piezas de calzado de tamaño natural, y 18 mil en miniatura, se ha caracterizado por tener zapatos humanos de varias épocas, de diversos oficios y personalidades, entre ellos de la Reina Isabel II.
Las primeras cuatro botas de un canino que forman ya parte de este acervo, acompañaron a ‘Frida’ en tareas de rescate en estados como Oaxaca y recientemente en la Ciudad de México, tras el terremoto del 19 de septiembre, y en países como Haití y Ecuador, explicó el capitán de fragata, Israel Monterde, en la breve ceremonia de entrega.