Ana María Olivares González, directora de la Comisión Estatal de Pesca (Compesca), no descartó que los tiburones encontrados en el basurero de una localidad de Yurécuaro, Michoacán, serían parte de la comercialización del mercado negro.
“(En Michoacán) sí se puede capturar y se tienen algunos permisos pero no contamos con las embarcaciones para la pesca de mediana y de altura, únicamente para pesca comercial”, explicó la funcionaria estatal.
Informó que de acuerdo a las primeras investigaciones de la Procuraduría General de la República (PGR), una camioneta habría sido robada en el municipio de La Barca, Jalisco, y al enterarse del contenido del vehículo, las personas decidieron abandonar las especies en el entronque de La Piedad-Yurécuaro.
La funcionaria estatal indicó que al momento del hallazgo los tiburones no contaban con aletas.
Por su parte, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) atendió la denuncia respecto del hallazgo inusual de los 300 tiburones de diferentes tamaños que aparecieron tirados cerca de la carretera federal La Piedad- Guadalajara, constatando que no corresponden con especies en alguna categoría de riesgo.
Tras la denuncia, inspectores federales se trasladaron a las instalaciones de la Procuraduría General de la Republica (PGR) con sede en La Piedad, Michoacán, donde los ejemplares se encuentran confinados y revisaron a los escualos de las diferentes tallas, los cuales se hallaban en estado de descomposición, eviscerados y sin aletas, según explica un comunicado.
Se examinaron los cadáveres, corroborando que corresponden a tiburones zorro (Alopias spp), y no se encontró a ninguna de las 3 especies en categoría de riesgo previstas en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-Semarnat-2010, que son el Tiburón Blanco (Carcharodon carcharias), Tiburón Peregrino (Cetorhinus maximus) y el Tiburón ballena (Rhincodon typus), las cuales son las únicas de facultad para esta Procuraduría, de conformidad con lo previsto por el artículo 1º de la Ley General de Vida Silvestre.
Por último, el Ministerio Público Federal (MPF) informó que de la investigación del caso se desprende que: los ejemplares provenían de aprovechamientos legales de Sinaloa y Puerto Peñasco, Sonora; que la propietaria de los mismos contaba con factura y guía de pesca para su traslado; que venían congelados a granel en una camioneta con rumbo a la Ciudad de México, la cual fue asaltada y el producto se arrojó en la carretera por los delincuentes. Lo cual contradice la versión de la directora de la Comisión Estatal de Pesca quien dijo que al parecer pertenecen al mercado negro.
La Profepa emitirá dictamen técnico al MPF, en donde se asiente que las especies de tiburón encontradas no corresponden con alguna en categoría de riesgo.