La imagen de un ángel, un confesionario, el sacerdote y su sacristán es lo único que no resultó afectado en la iglesia de Atzala, Puebla tras el sismo. En el lugar quedaron sepultadas 15 personas —11 cuerpos ya fueron rescatados— que acudieron a bautizar a una niña en martes, día inusual para realizar este tipo de eventos.
A la una de la tarde inició la ceremonia para bautizar a la hija menor de Ismael Escamilla. A la ceremonia acudió su esposa y su otra hija. Los padrinos eran Susana Villanueva, su esposo y dos hijos también. Por ser día de trabajo solamente acudieron 8 invitados.
Catorce minutos después, a la 1:14 de la tarde, la tierra comenzó a sacudirse a una escala de 7.1 grados en la escala de Richter. 15 personas no tuvieron tiempo de correr. Trataban de abrazar a sus pequeños. En menos de 30 segundos el techo de piedra se vino abajo. Quedaron sepultados y su muerte fue instantánea.