El régimen de Corea del Norte elevó este miércoles en un grado más la escalada de tensión verbal en torno a la península coreana con amenazas de atacar las bases militares de Estados Unidos en la isla de Guam.
El mensaje intimidatorio vino de parte de un portavoz de las Fuerzas Estratégicas del Ejército Popular de Corea que fue citado en un comunicado de la agencia estatal KCNA.
El presidente de Estados Unidos Donald Trump, advirtió el martes al régimen de Kim Jong-un de que “se encontrará con una furia y un fuego jamás vistos en el mundo” si no deja de amenazar a su país.
El mensaje de este miércoles no hizo referencia al incendiario mensaje pronunciado por Trump desde su retiro vacacional de Nueva Jersey pero sí denunció un nuevo envío ese mismo día por parte del Pentágono de bombarderos estratégicos B-1B (estacionados en Guam) a las cercanías de la península coreana.
“Los piratas aéreos de Guam volvieron a aparecer en el cielo por encima del sur de Corea para realizar una alocada maniobra que simula una guerra real”, denunció el portavoz en el texto, donde acusó a Washington de estar movilizando activos nucleares estratégicos desde esta isla del Pacífico Occidental o California.
Estados Unidos convirtió este año en costumbre habitual el envío de los B-1B para responder a Corea del Norte con una muestra de músculo militar.
Pyongyang está, según el portavoz militar, “analizando cuidadosamente un plan operativo de fuego envolvente en torno a Guam con misiles de alcance medio-largo Hwasong-12, para contener las principales bases estratégicas de Estados Unidos en la isla, incluida la Base Aérea de Anderson”, aseguró el militar.
Guam acoge bajo una misma comandancia dos bases claves para su estrategia en Asia Pacífico, la base naval Guam y la base aérea Andersen.
Por su parte, el régimen de Kim Jong-un amenazó esta semana con llevar a cabo “acciones físicas” contra territorio estadunidense en represalia por las últimas sanciones de la ONU, de las que consideran a Washington máximo impulsor.
Las sanciones llegan en respuesta al primer misil balístico intercontinental que lanzó en su historia Corea del Norte el pasado 4 de julio, un hito armamentístico al le ha seguido el lanzamiento el 28 de julio de un segundo proyectil de este tipo, un arma con rango suficiente para alcanzar territorio estadounidense.