Las zonas arqueológicas de Veracruz son afectadas cada año por la irresponsabilidad y falta de valores de algunos turistas que rayan y pintan los monumentos prehispánicos protegidos por el Instituto Nacional de Arqueología e Historia (INAH).
Un ejemplo claro son algunos edificios localizados en la plaza principal del sitio arqueológico de Cempoala, en Úrsulo Galván. Las paredes lucen con insignias de parejas que han dejado su “huella” con iniciales de sus nombres, afectando los monumentos históricos que alguna vez pertenecieron a la cultura Totonaca, que floreció cerca del año 1000 después de Cristo y que tuvo su decadencia posterior a la llegada de Hernán Cortés, cerca del 1500 de nuestra era.
Relatan los guías de turistas que en la pasada temporada se logró tener hasta 6 mil visitantes y es difícil que los custodios de la zona arqueológica tengan una vigilancia completa.
El Templo del Sol o Gran Pirámide es de los monumentos donde aún se permite subir a los visitantes, mientras que el Templo Mayor, el Templo de las Chimeneas, El Pimiento, El Palacio de Moctezuma y El Templo de la Cruz Las Caritas se han cancelado para el cuidado de las estructuras.
Sin embargo, muchos de los visitantes hacen caso omiso a las recomendaciones y suben en los monumentos a escondidas, es ahí donde aprovechan para vandalizar las paredes de las pirámides, “cuando tú empiezas a saber lo que tienes, lo empiezas a querer, es muy difícil que lo dañes, desgraciadamente el ser humano siempre ha querido dejar su huella, una forma es dejar y poner el nombre, pero no es lo correcto, porque dañamos y evitamos que nuestros hijos disfruten el patrimonio cultural”, explicó Roberto del Moral Mora, guía de turistas.
Otra de las formas de dañar la zona es querer llevarse las piedras de los monumentos como recuerdos e incluso no depositar la basura en su sitio. Los guías de turistas hacen un llamado a la conciencia colectiva para el respeto y cuidado de las zonas arqueológicas.
Tan sólo Cempoala, o Zempoala, es una de las ciudades más importantes de la Costa del Golfo. Su periodo de abundancia fue en Posclásico, capital de los Totonacas, dominando una gran parte del territorio de Veracruz y el norte del Estado de Puebla, en donde convivían totonacas, chinantecas y zapotecas; reuniendo alrededor de 50 pueblos. En su época más importante Cempoala llegó a tener 25 o 30 mil habitantes.
La historia cuenta que a la llegada de los españoles, el jefe Gordo, Xicomecoatl, hizo alianza con Hernán Cortés para derrocar a los aztecas o mexicas, que se habían apoderado de la ciudad y los obligaban a rendir tributos. Su decadencia de esta ciudad importante fue por las plagas y enfermedades que trajeron los extranjeros a tierras veracruzanas.
“Invitamos a todos los visitantes que no lo hagan, afortunadamente la conciencia ha crecido, pero aún se notan algunos daños, la basura es algo con lo que lidiamos, a veces nos topamos con gente que se quiere llevar una piedra y pues los invitamos a que no lo hagan, que disfruten de lo maravilloso de la zona arqueológica”, finalizó Roberto del Moral Mora, guía de turistas.