Un hombre con antecedentes de esquizofrenia paranoide que estaba preso por dos asesinatos y acusado de otros dos fue ejecutado este martes en Texas, Estados Unidos.
James Bigby, un exmecánico de 61 años, recibió la inyección letal y fue declarado muerto a las 18:31 horas locales, anunciaron las autoridades penitenciarias estatales.
En su última aparición, el acusado pidió perdón a los familiares de las víctimas, homenajeó a los guardias de la prisión y agradeció a su abogado por haber respetado su decisión de no intentar aplazar su ejecución.
El hombre, que pasó más de un cuarto de siglo en prisión esperando a que llegara el día de su ejecución, había sido declarado culpable de matar a Michael Trekell, de 26 años, y al hijo de éste, de tan solo cuatro meses, en la noche de Navidad de 1987.
También estaba acusado de ser el responsable de los homicidios de Calvin Crane y Frank Johnson, pero nunca fue sometido a juicio por estos crímenes.
Bidgy confesó a la policía que mató a estos hombres y explicó que creía que habían acordado con su empleador desestimar una queja suya por razones de derecho laboral.
Jamás explicó la razón por la cual asfixió y ahogó al bebé.
El estado de Texas encabeza la lista de número de ejecuciones en Estados Unidos.