Científicos mexicanos que estudian el comportamiento de las ballenas grises (Eschrichtius robustus) en la Península de Baja California han detectado que en la presente temporada de avistamiento (diciembre-abril) estos cetáceos se están moviendo hacia el sur, buscando aguas más cálidas, debido a una disminución de la temperatura superficial del mar a causa de la variabilidad climática.
Respecto a 2016, en el inicio de temporada de este año se ha detectado un decremento en la abundancia de ballenas grises en las lagunas costeras de Ojo de Liebre y San Ignacio y, por el contrario, este decremento no se observa en el Complejo Lagunar de Bahía Magdalena, que se encuentra unos 280 km más al sur.
Además han sido frecuentes los avistamientos en la región de Los Cabos, en el extremo de la Península de Baja California Sur, donde por lo general no hay individuos de esta especie o se observan aisladamente, dijo Jorge Urbán, profesor e investigador de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, cuyo trabajo es apoyado por la Alianza WWF-Fundación TELMEX TELCEL.
“Estos cambios en la distribución de la ballena gris son una respuesta de la población a los fenómenos oceanográficos de El Niño y La Niña, durante los cuales aumenta y disminuye la temperatura superficial del mar, respectivamente. Cuando la temperatura es elevada las ballenas se distribuyen más al norte y cuando es baja, como en esta temporada, las ballenas se distribuyen más al sur”, explicó Urbán. Agregó que este desplazamiento sólo tendrá lugar durante años fríos, pues la tendencia general del cambio climático es que permanezcan más al norte debido al aumento de la temperatura del mar.