El ministro de Exteriores palestino, Riyad al Maliki, urgió este jueves a todos los países del mundo a rechazar el “chantaje” y la “intimidación” de Estados Unidos y a votar en contra de su declaración de Jerusalén como capital de Israel.
“La historia graba nombres, recuerda nombres. El nombre de los que están del lado correcto y de los que dicen falsedades”, dijo Al Maliki ante la Asamblea General de la ONU.
Este órgano, en el que se sientan los 193 países de Naciones Unidas, vota hoy una resolución crítica la decisión estadounidense sobre Jerusalén, después de que Washington vetase esta semana un texto similar en el Consejo de Seguridad.
“El veto no nos detendrá. No seremos amedrentados”, aseguró el ministro palestino, que denunció la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, como “ilegal” y contraria al consenso internacional.
Para Al Maliki, el reconocimiento de Jerusalén como capital israelí daña el papel de Estados Unidos como “mediador” en el conflicto de Oriente Medio y supone un ataque contra los palestinos.
La resolución fue presentada este jueves oficialmente ante la Asamblea por Yemen y Turquía, cuyo ministro de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, criticó duramente a Estados Unidos por sus amenazas.
“Se nos ha pedido a todos que votemos ‘no’ o que nos atengamos a las consecuencias. Algunos incluso han sido amenazados con cortes en la ayuda al desarrollo. Esta actitud es inaceptable”, subrayó.
“Esto es abuso y esta cámara no se plegará a eso. Es poco ético creer que los votos y la dignidad de los Estados miembros están en venta”, insistió.
“No seremos intimidados. Pueden ustedes ser fuertes, pero eso no les hace tener la razón”, apuntilló.
Pese a las palabras de los ministros palestino y turco, Estados Unidos reiteró sus advertencias durante el debate a través de su embajadora en la ONU, Nikki Haley.
“Este día será recordado”, dijo Haley, que aseguró que Estados Unidos no olvidará el voto cuando los países le pidan ayuda o cuando se le reclame que siga siendo el principal apoyo económico de Naciones Unidas.
Inmediatamente después de Halley se dirigió a la Asamblea General el embajador israelí, Danny Danon, quien reiteró que el hecho de que Jerusalén sea la capital de Israel es algo “que simplemente no puede ser disputado”.
Dijo que la votación de hoy no es más que una “distracción” y acusó a los países que la apoyan de sumarse a un “espectáculo de marionetas”.
“Sois como marionetas obligadas a bailar mientras los líderes palestinos miran con regocijo”, agregó.
“No hay dudas de que esta resolución terminará en la papelera de la historia”, afirmó el diplomático israelí, que reclamó que Jerusalén siempre será la “eterna capital” de Israel.
Durante su discurso, Danon mostró a la Asamblea General una moneda del año 67 en la que está escrito “Libertad para Sión”, un antiguo sector de la actual Jerusalén, y que, según el diplomático, demuestra la “antigua conexión de los judíos con Jerusalén”.
Nada más terminar su discurso Danon, la embajadora estadounidense, que había intervenido previamente, abandonó la Asamblea General, cuando aún faltaban decenas de representantes para exponer su posición.