El mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, cumplió este martes con la tradición de indultar a dos pavos que se salvarán de ser degustados en Acción de Gracias, antes de partir hacia Palm Beach, Florida, para celebrar allí en familia esta festividad, la más popular del país.
En compañía de su esposa, Melania Trump, y el hijo de ambos, Barron, el presidente indultó en una ceremonia en la Rosaleda de la Casa Blanca a un pavo de nombre “Drumstick”, criado en Minesota.
Otro pavo, llamado “Wishbone” y procedente asimismo de Minesota, también fue indultado este martes por orden del presidente, pero no se dejó ver en la ceremonia.
Watch: President Trump officially pardons Drumstick the turkey pic.twitter.com/WIj7v4Gxbi
— NBC News (@NBCNews) 21 de noviembre de 2017
Las dos aves sí posaron para los periodistas en la Casa Blanca antes del perdón, tras haberse alojado desde el fin de semana en Washington en un hotel de lujo, el Willard Intercontinental, a cuenta de la Federación Nacional del Pavo.
A diferencia de las decenas de millones de pavos que serán cocinados para Acción de Gracias, “Drumstick” va a ser “muy feliz”, porque tiene “un futuro muy brillante por delante”, bromeó Trump durante la ceremonia.
También comentó, en tono irónico, que fue informado por la oficina legal de la Casa Blanca de que “bajo ninguna circunstancia” le está permitido revocar el perdón a los dos pavos indultados el año pasado por su predecesor, Barack Obama, por lo que dijo a los afortunados, “Tater” y “Tot”, que pueden “descansar tranquilos”.
Por otro lado, Trump ignoró la pregunta lanzada dos veces por un mismo periodista acerca de si piensa “perdonar a alguna persona”, en alusión a la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la supuesta injerencia rusa en las elecciones de 2016 en Estados Unidos, que ya ha deparado cargos para tres ex asesores del magnate.
El presidente Abraham Lincoln (1861-1865) estableció la festividad de “Thanksgiving” (Acción de Gracias) para conmemorar la celebración con la que los colonos británicos que llegaron al país a bordo del “Mayflower” en 1620, quisieron dar gracias a Dios por su buena cosecha después de un duro invierno.
En 1789, cuando George Washington fue designado primer presidente de Estados Unidos, eligió el 26 de noviembre como día oficial de Acción de Gracias, pero en 1863 Lincoln estableció como fecha oficial definitiva el último jueves de noviembre.
Desde entonces se ha convertido en la fiesta más popular del año, compartida por todos los estadunidenses independientemente de cuál sea su religión.