El Kremlin dijo este martes que considera que las acusaciones presentadas en Estados Unidos contra Paul Manafort, ex jefe de campaña de Donald Trump, y Rick Gates, otro asesor de alto rango del mandatario, no apuntan a Rusia por una supuesta intromisión en la política del país norteamericano. Investigadores federales que sondean la presunta interferencia rusa en las elecciones estadunidenses de 2016, algo que Moscú niega, acusaron este lunes a Manafort y Gates de lavado de dinero.
Aunque los cargos presentados como parte de una pesquisa de cinco meses sobre presuntos esfuerzos de Rusia por entrometerse en la elección en favor de Trump y por supuesta colusión de colaboradores del magnate republicano, las acusaciones, algunas que datan de hace más de una década, se centraron en el trabajo de Manafort para el ex gobierno ucraniano, no ruso.
“Rusia no aparece en los cargos que se presentaron de ninguna manera. Aparecen otros países y otras personas”, manifestó Peskov en una conferencia telefónica con periodistas.
“Moscú nunca se sintió culpable como para sentirse exonerado ahora”, agregó, al ser consultado sobre si el Kremlin interpretaba el dictamen como una prueba de que su reiterado argumento de inocencia se había confirmado.
Peskov señaló que la investigación era un asunto interno de Estados Unidos en el que Rusia no estaba involucrado, pero que seguía con interés desde afuera.
Un tercer ex asesor de Trump, George Papadopoulos, se declaró culpable a principios de octubre de mentir al FBI, según se anunció el lunes, en otro caso relacionado con Moscú que Peskov indicó que carecía totalmente de sustancia.