El estado mexicano de Oaxaca está inmerso en un proceso de restauración de las iglesias y otros bienes históricos y culturales dañados por los sismos de septiembre, con lo que se pretende ayudar a recuperar parte de la “identidad” de los pueblos damnificados.
“Lo que hacemos es proteger la identidad, de alguna manera, porque mucha gente se siente identificada con estos bienes”, afirmó Jesús Guevara, a quien el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) puso a cargo de los proyectos de rescate de bienes inmuebles en esta región del sur de México.
Con los terremotos de magnitud 8.2 y 7.1, registrados los días 7 y 19 de septiembre, respectivamente, “surge la emergencia de rescatar bienes inmuebles, porque se les caen los techos y empiezan a agrietarse muchos de ellos, se empiezan a debilitar”, señala.
El primero de los sismos, el del 7 de septiembre, golpeó duramente a los estados sureños de Oaxaca y Chiapas, dejando cerca de 550 monumentos y edificios históricos perjudicados.
Dentro del Istmo de Tehuantepec, donde más se sintieron los daños, uno de los ejemplos representativos de los daños es el templo de Santo Domingo de Guzmán.
En esta construcción religiosa, ubicada en el municipio de Tehuantepec, el techo colapsó y el retablo se volvió inestable.
Por ello, los técnicos pusieron un techo de lona y cubrieron el retablo con madera, por “si existe otro evento telúrico, se proteja lo más posible y no colapse”, explica Guevara.
A continuación, se realizó un inventario de todos los bienes del recinto que encontraron, para proceder con la restauración.
“La intención es restaurarlos y colocarlos en su lugar, para que la gente siga con esos rituales y así no se pierda la devoción”, comenta.
Asimismo, Guevara resalta que el equipo se encarga de “rescatar” la historia, porque en el municipio hay inmuebles que van desde el siglo XVIII hasta la fecha.
La secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda, dijo en una comisión de la Cámara de Diputados que la restauración de los bienes históricos y culturales tendrá un costo de más de 10 mil millones de pesos.
Los dos sismos del mes pasado, a los que se añade la réplica del 23 de septiembre, dejaron daños en el patrimonio de once estados del país, y llevará alrededor de 30 meses su restauración.