El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, instó este viernes a las autoridades locales en Texas a poner fin a las políticas “santuario“, unas directrices que siguen ciudades que se niegan a colaborar con las autoridades federales para proteger a los inmigrantes de la deportación.
El responsable de Justicia aseguró que este tipo de políticas locales “ponen en riesgo” la seguridad de los ciudadanos estadunidenses y recomendó a las autoridades policiales que “reconsideren” su estrategia a nivel local.
Estas declaraciones las hizo Sessions en Austin (Texas), una ciudad conocida por sus políticas “santuario”, lideradas por la sheriff del condado de Travis, la demócrata Sally Hernández, quien estuvo presente en la intervención del fiscal general.
La alguacil, que se encontraba entre el público con otros jefes de departamentos policiales locales, no hizo ningún comentario al respecto al finalizar el acto, en el que ni los asistentes ni los periodistas tuvieron la posibilidad de preguntar a Sessions.
“Si trabajamos juntos, podemos hacer que nuestro país sea más seguro para todos nuestros residentes, inmigrantes nativos y legales por igual”, indicó el fiscal general, que dijo que esta opción pasa por terminar las políticas “santuario”.
En este sentido, Sessions felicitó a la Legislatura de Texas por aprobar la controversial ley SB4, que pretende prohibir las “ciudades santuario” en ese estado sureño y permitir a las autoridades locales a cuestionar el estatus migratorio de cualquier persona detenida, incluso en una parada de tráfico.
Esta legislación debería haber entrado en vigor el pasado 1 de septiembre, pero una corte federal de San Antonio (Texas) la bloqueó un día antes de su entrada en efecto para estudiar si se ajusta a la Constitución.
El Departamento de Justicia, que encabeza Seesions, presentó una moción en defensa de esta ley, que el fiscal general aseguró que es una cuestión de “interés nacional”.
“La integridad de nuestras leyes de inmigración no es un problema local, es una cuestión de interés nacional”, señaló.
El fiscal puso varios ejemplos sobre personas indocumentadas que cometieron crímenes en territorio estadunidense para justificar su política, como por ejemplo el reciente caso de un inmigrante residente en Kansas que dio positivo en un test de alcoholemia después de atropellar y matar a un policía local.
Mientras Sessions se dirigió a los medios de comunicación presentes, casi un centenar de personas se manifestaron delante del edificio federal en que se llevó a cabo el acto con cánticos como “fuera fascistas de Estados Unidos” o “inmigrante y sin miedo”.