La relocalización de industrias y negocios ayudará a la cobertura de desarrollo en las ciudades para obtener lugares estratégicos y se pueda llevar a cabo el nearshoring en nuestro país, indicó la precandidata de Morena a la Jefatura de Gobierno, Clara Brugada Molina.
Durante el foro “Globalización y Nearshoring, la emergencia de las ciudades” en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Brugada Molina aseguró que la planeación urbana tiene que ser sustentable, democrática y de bienestar para hablar del tema.
“No podemos seguir, ya hemos tenido experiencias tremendas con el Tratado Libre de Comercio, entonces debemos tener una estrategia que permita en zonas metropolitanas como la del Valle de México pensar en la zona de oriente de la ciudad en donde la gran población trabajadora tiene que trasladarse con dos horas en donde están sus trabajos, la industria y los servicios”, indicó Brugada Molina.
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Consideró necesario generar ciudades con inclusión, seguridad laboral, con un crecimiento económico sustentable, tenemos que reinventar las ciudades con una perspectiva de derechos, sin dejar fuera el bienestar.
Comentó que se tienen que combatir las desigualdades en el oriente de Ciudad de México, apostándole a la construcción de infraestructura que no se tenía, porque para la gente que vive en la periferia lo que no está cerca no existe, expuso Brugada Molina.
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“De lo contrario, ya tenemos experiencias en el norte, en la frontera que no nos gustan así que tenemos que repensar, reinventar las ciudades con una perspectiva de derechos, no solo de crecimiento económico y alejado del bienestar”, comentó Brugada Molina.
La ex alcaldesa de Iztapalapa reiteró el proyecto Utopías que desarrolló en su administración y en el que presume haber rescatado más de medio millón de metros cuadrados de espacio público para convertirlos en centros culturales, deportivos y de servicios sociales.
Agregó que durante su gobierno en Iztapalapa se decidió transformar el espacio público “como uno de los ejes fundamentales”, y recordó que cuando inició su administración en Iztapalapa la incidencia delictiva era muy alta, pero se logró una reducción de más de 50 por ciento mediante diversas estrategias para la construcción de paz.