El mundo del fútbol mexicano se encuentra en shock tras la decisión de la Alcaldía Benito Juárez de obligar a que el partido entre el Club América y Pachuca se dispute a puerta cerrada. El Estadio Banorte, respaldado por la Liga MX, ha respondido con amenazas de acciones legales, calificando la medida como arbitraria y perjudicial para la afición.
Este conflicto, desatado por un incidente vial durante un partido femenil, podría sentar un precedente en la gestión de seguridad en eventos deportivos en México.
Estadio Banorte: El Origen del conflicto
La polémica comenzó el 28 de agosto durante un partido del equipo femenil del América contra Santos. La Alcaldía Benito Juárez acusó al personal de seguridad del club de cerrar indebidamente la calle Indiana, afectando a residentes de la zona, incluida una mujer que requería atención médica urgente.
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Según las autoridades, este acto justificó la sanción: el partido de la jornada 7 de la Liga MX entre América y Pachuca se jugaría sin fans.
Sin embargo, el Club América, a través del Estadio Banorte, desmintió categóricamente estas acusaciones. En un comunicado oficial, señalaron que el club "no cuenta con personal de seguridad propio" y que el cierre de la vialidad fue ejecutado por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX, siguiendo un plan operativo diseñado por la propia alcaldía.
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La respuesta del Estadio Banorte: Amenaza de acciones legales
El Estadio Banorte no solo negó las acusaciones, sino que advirtió con emprender acciones legales si la medida afectaba a la afición. En su comunicado, destacaron:
- El cierre de la calle Indiana fue realizado por policías de la CDMX, no por personal del América.
- Las acciones se basaron en el protocolo de seguridad establecido por la Alcaldía Benito Juárez.
- La decisión de jugar a puerta cerrada es "arbitraria" y perjudica a miles de aficionados.
"Ojalá la autoridad local rectifique este acto arbitrario. De afectar a la afición, nos reservamos el derecho de emprender acciones legales", concluyó el comunicado.
El respaldo de la Liga MX y la reacción de la afición
La Liga MX se sumó rápidamente al coro de críticas, respaldando la postura del América y calificando la sanción como "unilateral y extralimitada". En un comunicado, la liga lamentó que la decisión se tomara "sin juicio previo y sin escuchar a las partes", afectando directamente a los aficionados.
Mientras tanto, los seguidores del América se encuentran en limbo. Muchos ya habían adquirido sus boletos para el partido, y aún no se ha aclarado qué pasará con sus entradas. La medida no solo impacta en la experiencia deportiva, sino que también genera pérdidas económicas y logísticas para el club y sus simpatizantes.
Este incidente destaca un problema más profundo: la gestión de la seguridad en eventos masivos y su impacto en las comunidades aledañas. La alcaldía Benito Juárez ha señalado que no permitirá partidos con público hasta que el club garantice protocolos de seguridad acreditados. Sin embargo, el América insiste en que la responsabilidad recae en las autoridades locales.
El conflicto entre el América, Estadio Banorte y la Alcaldía Benito Juárez trasciende de un simple partido. Cuestiona la gestión de la seguridad en los eventos deportivos, la coordinación entre clubes y autoridades, y, sobre todo, el derecho de los aficionados a disfrutar del espectáculo. Las posibles acciones legales podrían marcar un precedente en cómo se resuelven estos disputes en el futuro.