La rápida reacción de dos oficiales de la Policía Bancaria e Industrial (PBI) de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México evitó una tragedia en la estación Isabel la Católica, de la Línea 1 del Metro.
Durante sus labores de vigilancia, las uniformadas fueron abordadas por una joven madre que, entre lágrimas y con evidente desesperación, pidió ayuda porque su hijo de un año y ocho meses se estaba asfixiando tras ingerir un cacahuate.
Sin perder tiempo, las policías tomaron al menor en brazos y aplicaron maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). En cuestión de segundos, junto con la madre, lograron que el pequeño expulsara el cacahuate que obstruía sus vías respiratorias.
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Paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) acudieron de inmediato al lugar, revisaron al niño y confirmaron que se encontraba estable, por lo que no fue necesario trasladarlo a un hospital.
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La madre agradeció profundamente la pronta intervención de las oficiales y del personal de emergencias, firmó la bitácora correspondiente y se retiró con su hijo hacia su hogar.
