Desde El Ágora, un auditorio al aire libre con muros de piedra volcánica natural en las instalaciones de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), Unidad Ajusco, decenas de jóvenes docentes en formación rodearon a madres buscadoras integrantes del colectivo “Una Luz en el Camino” y al señor Clemente Rodríguez, padre del estudiante de la Normal Rural de Ayotzinapa, Christian Alfonso Rodríguez Telumbre, uno de 43 jóvenes que fueron vistos por última vez cuando fuerzas del orden los detuvieron en Iguala, Guerrero, la noche del 26 de septiembre de 2014 y cuyos restos óseos fueron identificados por análisis de la Universidad de Medicina de Innsbruck.
Tras la captura de la ex magistrada Lambertina ‘N’, por su posible participación en la desaparición de las grabaciones de cámaras en el Palacio de Justicia de Iguala, donde los normalistas fueron sometidos en septiembre de 2014, el señor Rodríguez reclamó la “persecución” que vivieron los normalistas de Ayotzinapa.
“Participó el Ejército, ¡ya está comprobado! en las cámaras de seguridad, pero supuestamente que no encuentran (las grabaciones) y pues agarran a la señora Lambertina y lo que estamos nosotros exigiendo es que también agarren a Ángel Aguirre, el ex gobernador de Guerrero; ¡a Tomás Zerón de Lucio!, pero que ‘no lo pueden extraditar’. Pero yo creo que estas son piezas claves para, para saber qué pasó con nuestros hijos… Los 800 folios que le estamos pidiendo que le exija al 27 cuartel militar… nos decía el expresidente (Andrés Manuel López Obrador), que si nosotros ‘tenemos pruebas que las pusiéramos en la mesa’, ¡pues no las tenemos porque todas esas pruebas ya las destruyeron. Ya no están los reportes del infiltrado, el normalista. Por lo menos 17 normalistas llegaron al 27 Batallón de Iguala. ‘Ustedes ya entraron al 27 batallón’ decía el expresidente. Efectivamente entramos, pero ¡no había nada!. Si nos presentan los 800 folios, yo creo que vamos a encontrar muchos expedientes escondidos”, subrayó el señor Rodriguez.
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“La tenemos muy, la verdad, muy, difícil, muy difícil, con la nueva presidenta. Pero yo voy a seguir denunciando a todas esas personas quienes desaparecieron a nuestros hijos y no nada más son los 43, son miles y miles de desaparecidos aquí en Guerrero, aquí en México, en cualquier estado, ¿sí? Y el gobierno ni sus luces. Y qué es lo que pasó aquí en Jalisco”, apuntó el señor Clemente.
“La lucha está despierta, está activa y sigo exigiendo justicia para mi a mi hijo, sigo exigiendo a muchas familias que andan buscando un ser querido, a los 43 y cada uno de los 26 mil desaparecidos… hemos hecho infinidad de cosas, hemos hecho huelgas de hambre, plantones, nos hemos ido a plantar en el Palacio (Nacional) y en los gobiernos ¡ni sus luces!”, recalcó el señor Rodríguez.
Las integrantes del colectivo “Una Luz en el Camino” de la Ciudad de México, remarcaron que se han sumado al grupo, 60 familias de las 126 mil personas desaparecidas ante un estado omiso, negligente, indolente.
“Yo busco a mi hijo Axel Daniel González Ramos, desaparecido el 23 de junio del 2022 en el Ajusco”, dijo la señora Daniela González, al sentenciar: “el crimen organizado opera todo el tiempo, aquí también en la Ciudad de México. El Ajusco es un cementerio clandestino, donde todos los días es depositado un cuerpo, donde todo el tiempo encontramos restos humanos. En ocasiones repetidas le hemos exigido al Estado que voltee a vernos, también a la Ciudad de México. En la capital de la República son más de seis mil personas desaparecidas pero a veces no denunciamos, porque no sabemos qué hacer, por miedo”.
‘Hace tres semanas, tuvimos dos positivos; una vez más demostrándole al Estado que nosotras somos quienes encontramos y que nosotras no vamos a parar”, concluyó el colectivo que antes de partir, pidió a los estudiantes de la UPN que destinen tiempo con niñas y niños de las familias con desaparecidos, como, por ejemplo, las orientan con sus expedientes los alumnos de la Facultad de Derecho de la UNAM.