El pleito que se desató en el Congreso de la Ciudad de México, cuando se discutía la desaparición del órgano capitalino de transparencia, fue incorrecto, manifestó el líder de la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal.
En tanto, la presidenta de la Mesa Directiva del recinto, Kenia López señaló que el episodio de violencia señalado refleja que hay falta de tolerancia y faltas de respeto entre los congresistas locales, que no deberían de ser.
Por separado, los presidentes de los órganos de gobierno en el Palacio Legislativo de San Lázaro recalcaron que la función del parlamento es la de debatir y discutir todo asunto presentado, pero por la vía del diálogo, no de la violencia.
Prudencia parlamentaria
En primera instancia, al aclarar que no calificará ni juzgará a los congresistas locales por la confrontación a golpes y tirones de cabello que se registró este lunes 15 de diciembre, el diputado Monreal Ávila se limitó a hablar de prudencia y tolerancia.
Aclaró que no hará llamados a ningún congresista, incluso los pertenecientes a Morena y que fueron identificados como agresores.
Indicó que se limitaría a señalar que cada quien en el parlamento debe hacerse responsable de sus actos.
Monreal Ávila agregó que tampoco está de acuerdo en que los asuntos a debatir en el Legislativo se presenten a escondidas, sin transparencia y sin la debida publicidad.
“Entiendo que así son los congresos, por momentos la pasión se desborda, no es lo correcto, no es tampoco usual eso, no lo había visto en los últimos tiempos pero a veces estas pasiones desbordadas generan estos resultados y estas tensiones”, manifestó.
Intolerancia parlamentaria
Por separado, la diputada López Rabadán indicó que cuando la calma en el marco del debate parlamentario se pierde, es una muestra de que ganó la intolerancia.
Tras recordar que al tomar las riendas en San Lázaro ella se comprometió a procurar un trato respetuoso entre todos los congresistas, refrendó que las escenas de violencia física entre integrantes del parlamento capitalino dejan ver que faltó serenidad.
Se declaró promotora del trabajo parlamentario digno y en cuanto al fondo del asunto que trataban los legisladores del Congreso de la Ciudad de México, señaló que lo aprobado fue un retroceso.
Recordó que cuando fue asambleísta capitalina y se impulsó la creación del Instituto de Transparencia del anteriormente llamado Distrito Federal, hoy Ciudad de México, se buscó crear una instancia autónoma que obligara a las autoridades a transparentar el uso de los recursos públicos y su actuar.
“Entonces la ciudadanía se empoderó, la ciudadanía podía preguntarles a las autoridades qué compraban, cómo lo compraban, cómo lo gastaban. A mí me parece, por eso reitero, lo estoy contestando como exlegisladora, a mí me parece claro que es un retroceso enorme. Porque ahora, aquello que se había arrancado, se le había quitado al gobierno para dárselo a la ciudadanía, ahora se está regresando”, sentenció la legisladora del Partido Acción Nacional (PAN).
Consultada sobre el asunto, dijo tener conocimiento de que la confrontación de posturas en el Congreso local llegó a los golpes, debido a que en comisiones se llegó a un acuerdo en el contenido de la reforma, respecto a un órgano colegiado para tratar las solicitudes de transparencia y no una instancia conformada por un solo comisionado.
La ruptura de ese compromiso cuando el debate llegó al Pleno, indicó la presidenta de la Cámara, es lo que habría dado pie al pleito entre legisladoras y legisladores.
