El líder de la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, reiteró su postura a favor de regular la inteligencia artificial, a través de reformas legales.
En redes sociales, difundió un artículo donde plantea reflexiones al respecto y recuerda que en meses pasados presentó una iniciativa de reforma en la materia que finalmente decidió retirar, con el fin de revisarla cuidadosamente.
“Quiero compartir un artículo que escribí en estos días, sobre los dilemas éticos de la inteligencia artificial y la urgencia de una regulación que proteja tanto a las personas más vulnerables como los derechos. Aquí puedes leerlo completo:”, expresó en su cuenta en la red social X, antes Twitter, @RicardoMonrealA.
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Urge debatir sobre la regulación de la inteligencia artificial
A la publicación en redes, agregó la liga a su página personal de internet y al artículo titulado: “Dilemas éticos de la inteligencia artificial (IA)”.
La publicación que tiene fecha del 9 de diciembre pasado hace referencia a casos judiciales relacionados con utilización de inteligencia artificial y el impacto de ese instrumento en decisiones de vida de personas usuarias.
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Monreal Ávila afirmó que la utilización de la tecnología referida debe llevar a la sociedad mexicana a reflexionar sobre los avances y riesgos que ésta involucra.
Recordó que la situación ha generado pronunciamientos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Cumbre de Acción sobre IA, en cuanto al uso sano, seguro y confiable de la herramienta mencionada.
Añadió que países como China y Estados Unidos han tomado decisiones al respecto, al igual que la Unión Europea, donde se ha planteado la necesidad de reglamentar la utilización de la inteligencia artificial para evitar abusos.
En consecuencia, agregó que en México se han hecho propuestas referentes al asunto, pero no han avanzado.
Indicó que en el mes de febrero de este 2025, propuso reformas constitucionales para dar facultades al Congreso a legislar y emitir una Ley General en materia de Uso de la Inteligencia Artificial.
Al considerar urgente que el tema se aborde, pidió revisar con cuidado las distintas propuestas en la materia, con el fin de emitir una regulación específica, sustentada en evidencia científica.
El también presidente de la Junta de Coordinación Política se declaró preocupado con el asunto, insistió en pedir que se abra el debate y dar a la discusión un enfoque de protección de derechos humanos, de la privacidad, del adecuado uso de datos de los ciudadanos y la seguridad de los mismos.
Aseguró que estudios de “expertos en salud mental” a nivel internacional, han identificado “patologías” en torno a la inteligencia artificial, así como riesgos para el usuario de perder la capacidad de distinguir entre la realidad y la ficción o lo artificial.
“Es probable que los tribunales, ante los daños tangibles como muertes o la discriminación sistémica, (sesgos estructurales que perjudican de forma consistente a ciertos grupos), apliquen doctrinas de responsabilidad estricta. Si un sistema de IA puede actuar como agente (instruir, persuadir, manipular), deberá responder por sus actos; de lo contrario, la carga recaerá en sus creadores por introducir en el mercado un producto potencialmente dañino”, expresó.
Dijo que los desarrolladores y empresas tecnológicas no pueden eludir responsabilidades y acusar por mal uso a los consumidores de inteligencia artificial, que puede orillar a personas que presentan determinadas condiciones como dependencia emocional o tendencias a la autoagresión, a concretar actos que pudieran resultar fatales.
“Al momento de que una tecnología penetra en la esfera psíquica humana, las cláusulas contractuales resultan insuficientes”, expuso.
Por lo anterior, concluyó, es necesario reglamentar la tecnología señalada, reconocer y proteger la vulnerabilidad y los derechos de las personas.
Lo anterior, a partir de normas equilibradas que lleven a la “soberanía tecnológica con ética”, para que instrumentos como la inteligencia artificial sean benéficos, no dañinos.
“El éxito dependerá de la voluntad política para resistir presiones corporativas y de colocar la protección de derechos fundamentales en el centro del desarrollo tecnológico”, finalizó.