En la Cámara de Diputados, la discusión del presupuesto 2026, por 10.1 billones de pesos y con reasignaciones por 17 mil 700 millones de pesos, se descompuso y provocó un par de enfrentamientos en el que hubo manoteos y gran tensión, entre integrantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
La causa de los dos encontronazos frente a frente, con manoteos, empujones e insultos, fueron las mantas que ambas bancadas sacaron en el Pleno, para acusarse por el tema de la muerte del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo y por lucrar con la tragedia.
“Asesinos”, gritaron los priístas durante toda la sesión. “Carroñeros”, les respondieron los integrantes del bloque mayoritario.
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Los materiales con los rostros de líderes partidistas, encendieron más la hoguera.
La confrontación incluso provocó que la sesión se fuera a un receso para que los coordinadores establecieran nuevamente un pacto de civilidad.
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Ello, ante las dificultades de la Mesa Directiva y los propios líderes parlamentarios, para poner orden entre las bancadas enardecidas.
Amenazas y acusaciones
El encontronazo entre PRI, Morena y Partido del Trabajo, se incubó horas antes, cuando el petista José Antonio López definió al dirigente priísta, Alejandro Moreno como un vándalo y a los priístas como “vandalitos”.
Esos señalamientos y un nuevo cartel con acusaciones a Moreno Cárdenas, alteró más a los priístas que acusaron a los morenistas, a su partido e incluso a la presidenta Claudia Sheinbaum, a gritos, de ser los “asesinos” del alcalde Manzo Rodríguez.
Los ánimos ya estaban caldeados, por la conducción de la presidenta en turno de la Mesa Directiva, la panista Paulina Rubio, que desagradó a los morenistas, por ceder la palabra por alusiones a un compañero de su fracción.
Hablaba la diputada Ariana Rejón cuando sus compañeros de fracción sacaron una gran pancarta con el rostro de la dirigente morenista y la frase “Morena mató a manzo”.
Los morenistas se encendieron y respondieron mostrando en lo alto sus propias pancartas, con la imagen de Moreno Cárdenas.
En un primer remolino formado frente a las curules, retándose unos a otros con sus respectivos cartelones, se tensó más el ambiente.
La presidenta en turno, Rubio Fernández, intentaba controlar la situación. En repudio, los morenistas comenzaron a corear el nombre de la diputada Kenia López, pidiendo hacer el relevo en la conducción.
Tuvieron que intervenir los líderes parlamentarios
Al tomar la palabra, el líder priísta, Rubén Moreira, que durante toda la sesión mantuvo una actitud combativa, acusó al vocero morenista, Arturo Ávila de haberlo amenazado a través de un mensaje de texto, a él y a “otro coordinador” que resultó ser el panista José Elías Lixa. Moreira Valdéz lo llamó “porro”, “provocador” y “dinamitador de acuerdos”.
“¡Hombre, caray, tienen un porro y lo vienen a defender! ¡Un porro que anda amenazando a periodistas y coordinadores! ¡Un porro que se molesta porque ponemos a la presidenta de su partido cuando pone al presidente del nuestro! ¡Tienen que aceptar, mataron a Carlos Manzo!”, gritó el coordinador.“Lo que suceda es responsabilidad de ustedes”, sentenció.
Al intervenir para poner calma entre sus compañeros, el coordinador morenista, Ricardo Monreal, advirtió que de continuar con la confrontación y las acusaciones, se podría desatar la violencia.
También pidió a los morenistas retirar las pancartas en las que aparecían los rostros de los líderes partidistas de la oposición.
“Si no hay respeto habrá agresión y habrá violencia verbal y lamentablemente no debe de haberla, porque esta puede que desencadene en otras circunstancias (…) Que evitemos pancartas con imágenes de personas, sobre todo de nuestros dirigentes”, conminó.
El coordinador del PT, Reginaldo Sandoval, intervino para negar que Morena y ellos se hayan negado a aprobar recursos para el Plan de paz en Michoacán propuesto por la Presidenta, aunque cuando esa propuesta fue hecha por el PAN, votaron en contra.
Sandoval Flores volvió a advertir a la oposición, que no permitirían pasar ninguna de sus propuestas y que tenían perdido el debate desde el inicio, porque Morena y ellos tienen la mayoría.
Airado, le respondió el coordinador panista, José Elías Lixa, recalcando que es inadmisible que una bancada minoritaria se adjudique la facultad de dejar hablar a la oposición.
Al intervenir, la coordinadora de Movimiento Ciudadano (MC), Ivonne Ortega, lamentó que la discusión presupuestal se haya convertido en una feria de descalificaciones y acusaciones.
“Lamenta que en lugar de tratar de resolver los temas que le urgen a México, estén hablando de quién es más malo y quién tiene más la culpa o quién está más feo o quién amenaza más o quién grita más, creo que eso no le sirve para nada a nuestro país”, dijo Ortega Pacheco.
Tras las intervenciones de los líderes y la coordinadora y la decisión de abrir un receso para poner calma en el Pleno, entre curules el pleito continuó.
La manta de la discordia
Aunque los trabajos parlamentarios estaban en pausa, priístas y morenistas seguían con ánimos de pelear.
Se liaron en otra bronca, por una manta más grande colgada de la zona de palcos del recinto, que mostraba una fotografía del vocero de Morena, Arturo Ávila y de la dirigente de Morena, juntos en una playa.
La fotografía iba acompañada por la frase: “Mientras esta pareja de cínicos y corruptos pasean en la playa, asesinan a los mexicanos”.
A jalones, gritos y empellones, priístas y morenistas lucharon unos por defender la manta y otros, por bajarla de la zona de balcones desde donde fue desplegada.
Acuerdos de civilidad
Finalmente, los priístas aceptaron retirar el material gráfico, para no enrarecer aún más el clima y no entorpecer los acuerdos a los que estaban llegando los líderes parlamentarios.
La sesión se reanudó con la promesa de que no habría más faltas de respeto, se moderarían las mociones de orden y por alusiones, las bancadas no invadirían los espacios de las otras fracciones, se escucharía con respeto las intervenciones de cada congresista.
