Este jueves 27 de noviembre por la mañana, la zona poniente de la CDMX experimentó un sismo que asustó a vecinos de varias colonias, quienes señalaron que el movimiento fue claramente perceptible y que incluso lo sintieron más fuerte de lo habitual.
En ese sentido, habitantes de las alcaldías Benito Juárez y Álvaro Obregón comenzaron a compartir en redes sociales sus sensaciones tras el movimiento telúrico. Aunque el reporte oficial lo describe como de baja magnitud, muchos internautas señalaron que el sismo se sintió con mayor fuerza.
Entre las principales colonias afectadas por este sismo se encuentran Las Águilas, Mixcoac, Presidentes y Guadalupe Inn. Además, usuarios mencionan que la sacudida también fue perceptible en la zona de Santa Fe y en San Miguel Chapultepec, entre otras áreas del poniente de la capital.
Este es el reporte del Servicio Sismológico Nacional
El Servicio Sismológico Nacional informó a través de sus canales oficiales que el sismo ocurrió el 27 de noviembre de 2025 a las 07:49:33 horas, tiempo del centro de México. La magnitud fue de 2.3, con lo cual es considerado un microsismo.
Los expertos señalan que estos movimientos suelen ser perceptibles en zonas cercanas al epicentro y generalmente no provocan daños estructurales. Sin embargo, debido a la naturaleza del suelo en ciertas áreas de la CDMX, incluso temblores pequeños pueden sentirse con mayor claridad, de ahí que varias personas mencionaran que el movimiento se sintió “fuerte”.
El epicentro se ubicó en Álvaro Obregón, con coordenadas 19.355° de latitud y -99.24° de longitud, en cuanto a la profundidad, fue de solo 0.9 km, indicando que fue un sismo extremadamente superficial.
¿Qué tan recurrentes son los sismos en la CDMX?
De acuerdo con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) la razón principal de que haya sismos recurrentes, aunque sean de baja intensidad, es que la CDMX está asentada sobre una zona de fallas geológicas activas, muchas de ellas vinculadas al subsuelo del antiguo valle lacustre.
Estos sismos locales, regularmente conocidos como “microsismos”, son de baja magnitud y tienen un epicentro cercano, por lo que muchas veces no son suficientes para activar las alertas sísmicas oficiales. A pesar de su menor intensidad, cuando ocurren muy cerca de la superficie pueden sentirse con claridad en algunas zonas, lo que genera una marcada diferencia entre lo que registran los instrumentos de medición y lo que percibe la población.
