Una vez más, el suelo mexicano se vio removido por causas naturales. La mañana de este jueves, Ciudad de México registró un total de seis microsismos que, si bien causaron preocupación en la población civil, no tuvieron la suficientemente gravedad como para sugerir una alerta sísmica.
Según la escala de Richter, esta serie de leves sismos se encontraron entre las magnitudes 2.5, 4.1, 2.0, 1.0, 1.0, 1.5 y 2.4 grados, tal como se dio a conocer en los informes meteorológicos. Los eventos tuvieron su epicentro entre las delegaciones Miguel Hidalgo y Benito Juárez.
¿Qué es un microsismo y cómo se produce?
El jefe del departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la UNAM, Víctor Manuel Cruz, definió a los microsismos como "pequeñas rupturas en el interior de la tierra, cercanas a la superficie de la Tierra”. En ese sentido, explicó que sobre este caso particular se dio "a unos cuatro o cinco kilómetros de profundidad", pero aseguró que los mismos "no son inusuales en la región de la cuenca del Valle de México”.
Te podría interesar
En general, estos fenómenos naturales no son frecuentes en la Ciudad de México y Zona Metropolitana, siendo sus magnitudes menores a 3.8 grados en escala Richter. En su temblor, los microsismos provocan aceleraciones lo que alerta a la población cercana al epicentro.
En línea con esto, el especialista explicó: “Que se dé a una magnitud de 2.5 supone una ruptura de una falla arqueológica con una dimensión, más o menos, de 200 metros por 200 metros en una décima de segundo, la ruptura, el deslizamiento que sufre la falla, es algo muy pequeño que no supone ningún peligro y es normal”.
Sobre las fallas debajo de la Ciudad de México, alguno de los expertos de la UNAM señalaron que tuvo su origen en la interacción del suelo lacustre y volcánico de la Franja Trasnsvolcánica transmexicana, con el Popocatepetl, e Iztaccihuatl y el Nevado de Toluca, “son las responsables de los microsismos”.
¿Por qué no se activa la alerta sísmica con los microsismos?
De acuerdo con las organizaciones especialistas en sismos encabezadas por la Red ECOS, del Sistema Sismológico Nacional (SSN), el Instituto de Geofísica de la UNAM y del Centro Nacional de Prevenciones de Desastres (CENAPRED), este tipo de sismo leve no provoca la activación de la alerta sísmica, debido a que el diseño del sistema solo permite dar cuenta de sismos más bien lejanos.
Para estas entidades dedicadas a los fenómenos naturales: “la Ciudad de México actualmente está monitoreada a través de una red de más de 170 estaciones de riesgo sísmico que transmiten datos en tiempo real hasta las instalaciones del SSN y del Instituto de Ingeniería, permitiendo el registro de sismos en toda la ciudad”.