Los capitalinos, turistas y demás personas que visiten el Centro Histórico ahora tienen algo más por qué preocuparse: las carteristas en Madero, quienes ya se habían identificado en la zona, pero el asunto resonó este fin de semana en redes sociales debido a que un extranjero logró captarlas en video.
El creador de contenido realizó una serie, en donde detalla que en dicha calle pasan más de 500 mil personas a diario.
Los videos fueron difundidos en distintas plataformas, pero fue en TikTok, donde la usuaria Lucy 21 (@gatita_flores503) replicó las grabaciones obtenidas por el ciudadano extranjero al que refieren.
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En una primera parte, el influencer identificó a tres mujeres encargadas de realizar los robos. Una de ellas se encarga de seguir a su víctima para después decirle a su compañera que se acerque para rodearla.
Una de estas mujeres abre el cierre poco a poco para después sustraer una cartera.
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Tras hacer esto, la criminal le pasa la cartera a su colega para esconderla. Una vez hecho esto, la traspasa a otra mujer, quien es la encargada de alejarse.
Ante esta situación, el creador de contenido se infiltró entre los peatones y puso un AirTag en su cartera con el fin de rastrear a los ladronas una vez que cometan el robo.
Es así como ellas se encargan de repetir el mismo modus operandi.
“Son tan hábiles que les puedo jurar que no se siente absolutamente nada”, describe en uno de sus videos.
Creador de contenido confronta a carteristas en Madero
Tras esto, el influencer localiza el AirTag en su billetera, dispositivo que le indica que están cerca del Palacio de Bellas Artes.
De esta manera, procede a interrogarlas y enfrentarlas. Ante esto, ellas niegan rotundamente todo.
El extranjero les enseña los videos que grabó y es ahí cuando confiesan que sí estuvieron detrás de todo.
“No es fácil conseguir trabajo aquí”, contestaron para justificarse.
A pesar de que miles de usuarios le pidieron al influencer que las denunciara, él optó por perdonar a las carteristas en Madero y darles dinero para invertir en un pequeño negocio de dulces y así dejaran de robar en pleno Centro Histórico de la CDMX.