Sismos con epicentro en la CDMX son considerados habituales, según científicos

El movimiento de mayor magnitud ocurrió a las 22:20:17 horas, del pasado 10 de mayo, tres km al noreste de la alcaldía Magdalena Contreras.

Según expertos, los últimos sismos registrados en CDMX son 'habituales'.
Según expertos, los últimos sismos registrados en CDMX son 'habituales'.Créditos: Cuartoscuro
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El Servicio Sismológico Nacional (SSN) de la UNAM, señaló que los 15 sismos con epicentro en la Ciudad de México registrados el 10 y 11 de mayo, con rango de magnitudes entre 1 y 3, pueden considerarse como parte de la actividad habitual del subsuelo en la Zona Metropolitana del Valle de México.

El sismo de mayor magnitud (M3.0) ocurrió a las 22:20:17 horas, tres km al noreste de la alcaldía Magdalena Contreras, dentro de la Ciudad de México.

Los sismos registrados se originaron dentro de la ciudad y a poca profundidad, cercanos a la superficie, por eso fueron claramente percibidos.

Esta sismicidad ha sido reportada por el SSN desde 1974, año en el que se puso en operación un sistema de instrumentos para su registro, y se atribuye a la presencia de pequeñas fallas geológicas activas en el subsuelo del Valle de México.

La costa del Océano Pacífico ha dado origen a los sismos más grandes que se han documentado en el país.

La comunidad científica no tiene registro de que en esta zona del altiplano se haya originado un sismo con magnitud similar a los de la costa del Pacífico.

Es decir, en la capital del país es muy poco probable que se genere un sismo de gran magnitud, los registros históricos así lo demuestran.

Entre las conclusiones destaca que el sustrato rocoso de la Ciudad de México, al igual que algunas zonas de lomas alrededor de esta, se caracteriza por la presencia de pequeñas fallas geológicas activas, similares a las que se encuentran prácticamente en cualquier lugar del territorio nacional.

La sismicidad que dichas fallas producen es de carácter natural, es decir, no hay relación con las actividades humanas.

Aunque dichas fallas presentan actividad con cierta frecuencia, los sismos no llegan a alcanzar magnitudes que pongan en peligro a la población ni a su infraestructura.

Además, la actividad sísmica que ocurre en la Ciudad de México no está relacionada con la reciente actividad del volcán Popocatépetl, ni tampoco con la actividad sísmica de otras regiones del país; se trata de fenómenos geológicos independientes.

La alerta sísmica no se activa con estos sismos locales, el sistema está diseñado para alertar sobre sismos lejanos, originados principalmente en la costa del Pacífico y que sean potencialmente peligrosos. Por ejemplo, el sismo del 19 de septiembre de 1985 (M8.1, en las costas de Michoacán).

Los sismos locales en la Ciudad de México no implican la inminencia de un sismo de gran magnitud.

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