Integrantes del Ejército mexicano y sus familiares, así como exmilitares, tomaron las principales avenidas de la Ciudad de México; los inconformes cuestionan las decisiones de altos mandos que ponen a la tropa en situación vulnerable.
Además, piden la liberación de sus compañeros detenidos por los hechos ocurridos en Nuevo Laredo, Tamaulipas a finales del mes de febrero, en donde elementos del Ejército atacaron a un grupo de jóvenes a las afueras de un bar.
"Justicia", "Soldado, amigo, el pueblo está contigo", son algunas de las consignas que se escuchan en la capital mexicana.
¿Qué pasó en Nuevo Laredo, Tamaulipas?
El 25 de febrero, habitantes de Nuevo Laredo acusaron a elementos del Ejército de la presunta ejecución extrajudicial de un grupo de jóvenes.
Según información del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, los militares atacaron a un grupo de jóvenes que salían de un antro en la colonia Manuel Cavazos Lerma.
Ante ello, la Fiscalía de Justicia Militar de la Secretaría de la Defensa (Sedena) vinculó a proceso, por el delito de desobediencia, a cuatro de los militares, además, reconoció que sus elementos dispararon contra los jóvenes.
Uno de los sobrevivientes, Luis Gerardo S narró a las autoridades, según el documento obtenido por el diario El País, que uno de los soldados lo tiró por la espalda y quedó tendido junto a uno de los neumáticos de la camioneta en la que se transportaron. Con pocas fuerzas trató de tomar su teléfono para comunicarse con su madre, sin embargo, un militar se percató de sus movimientos y se deshizo de su celular. Posteriormente uno de los elementos le dirapró.
“Me puse en posición fetal, porque yo ya solo miraba rojo, vomitaba sangre. Fue entonces cuando este soldado me pateó con sus botas en la cara”, contó.
Pese a estos hechos, Rosalio López, quien se identificó como subteniente del Ejército mexicano, exigió respeto a los derechos humanos de los militares.