El tianguis de la Lagunilla es probablemente uno de los más conocidos de la Ciudad de México, debido a la tradición que lo envuelve cuando se coloca cada domingo.
Este mercado callejero es el más antiguo de Latinoamérica, al tener más de 400 años de historia, y siendo el sitio en que se oferta a sus visitantes artículos como: muebles, ropa, zapatos, comida, discos de vinil, accesorios, entre otras cosas.
Fue en uno de los locales de este comercio en que se encontró un raro telescopio que había desaparecido y que finalmente pudo ser recuperado.
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¿Cuál es la historia del telescopio del tianguis de la Lagunilla?
La Sociedad Astronómica de México (SAM) fue una comunidad hermética conformada por intelectuales, físicos e incluso tuvo entre sus miembros a presidentes de la época, quienes decidieron crear el primer planetario en la capital mexicana.
Fue la segunda congregación de su tipo en el mundo y tenía como objetivo mostrar a la población mexicana las maravillas del cosmos.
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Una de sus posesiones fue uno de los telescopios más grandes y prominentes de los años 40, y del cuál sólo se construyeron 10, por el estadounidense JW Fecker; siendo el de México el único que todavía funciona.
El telescopio fue donado por uno de los fundadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y de la SAM, Luis Enrique Erro, para hacer observaciones de los fenómenos espaciales.
La Sociedad entró en un periodo de olvido en la década de los 90, que duró 20 años; tiempo en que sus instalaciones en la colonia Álamos fueron abandonadas.
Fue en ese periodo en que se sospecha fue robado el raro telescopio Fecker, en un acto que por las mismas circunstancias de la Sociedad Astronómica, nadie notó y por lo tanto no hubo denuncias ni búsqueda.
Años más tarde, uno de los antiguos miembros, quien decidió quedarse en el anonimato, se llevó una gran sorpresa al encontrar en el tianguis de la Lagunilla el Fecker, o al menos el tubo de éste.
"Fue cuando empezamos a buscar en todo el edificio y hallamos desperdigadas piezas de ese telescopio. Imagina ir caminando y de repente te encuentras el pedestal, la montura y engrane; todo estaba desvalijado y tirado en el edificio, se nota que alguien lo sacó y se llevó el tubo, que es lo más importante", declaró Alejandro Farah, presidente de la SAM, en una entrevista para Milenio en 2015.
El miembro que rescató el telescopio tuvo que pagar 15 mil pesos para recuperarlo de los vendedores del tianguis de la Lagunilla y lo volvió a donar a la SAM.
El presidente de la Sociedad comentó que tan solo uno de los cristales del Fecker tiene un precio aproximado de 40 mil pesos; aunque consideró que la riqueza de este se encuentra en su historia, la cual lo hace invaluable.
El raro telescopio Fecker fue restaurado luego de su rescate del tianguis de la Lagunilla y en la actualidad es completamente funcional, y volvió a las instalaciones de la colonia Álamos como una pieza de museo.