El Centro Histórico de la Ciudad de México no solo es el lugar que dio origen a nuestra civilización con el imperio azteca, pues también alberga cientos de secretos y leyendas que apenas se están dando a conocer.
Tal fue el caso de unos estudiantes que por accidente descubrieron unos increíbles túneles secretos justo en el centro de la capital del país.
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Si pasamos unas páginas a la historia y nos situamos en el año 1898—en el segundo periodo del Porfiriato— fue cuando un grupo de alumnos de la Escuela Normal hallarían los túneles secretos del Templo de San Pedro y de San Pablo.
Lo anterior corresponde a una investigación realizada por el diario “El Universal” al recopilar declaraciones de uno de los protagonistas de esta historia, luego de que se publicara un texto respecto a otro descubrimiento.
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Las aventuras de unos estudiantes
El Universal había descrito en su publicación que existía un pasillo subterráneo el cual conectaba el Castillo de Chapultepec con el de San Lázaro.
Uno de los estudiantes contactó al medio y le reveló la increíble historia de cómo él junto con unos compañeros hicieron un hallazgo arqueológico.
Posteriormente, un reportero fue a corroborar dicha historia junto con sus colegas, pues con base en las declaraciones que le dio el ex estudiante, los alumnos hicieron un hueco donde iniciaron su aventura histórica subterránea.
Catacumbas históricas
Lo que los periodistas se encontraron eran en efecto catacumbas secretas, muy oscuras por cierto cuando fueron a verlas en la segunda década del siglo XX.
Lo terrorífico de su expedición fue que a lo largo de los pasillos y luego del tremendo susto que les dio un gato, se encontraron con lo que parecía un hueso humano que estaba húmedo.
Así que la conclusión fue que aquellos túneles históricos del Colegio de San Pedro y San Pablo sí existieron, pues tiempo después los recintos fueron remodelados por José Vasconcelos.