Miles de aficionados que acudieron al Monumento a la Revolución para presenciar el último partido de la selección nacional pasaron de la esperanza a la decepción.
Desde antes de las 11:00 horas comenzaron a llegar los primeros aficionados vistiendo los colores del equipo nacional y portando la bandera de Mexico.
Un gran ambiente mundialista se vivió en la explanada, donde acudieron estudiantes, oficinistas, trabajadores y familias completas.
El primer gol anotado por Henry Martín dio esperanza de que se podría llegar a la siguiente ronda. El segundo gol de Luis Chavez provocó euforia y una gran esperanza.
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A pesar de que transcurrían los minutos, los asistentes al llamado Fan Fest no se movían de su lugar y gritaban para apoyar al representativo nacional.
Sin embargo, vino el gol anotado por Arabia Saudita en tiempo de compensación, lo provocó muestras de frustración y que la gente comenzará a abandonar la explanada sin esperar el silbatazo final.
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Vino entonces el análisis y los señalamientos de probables culpables del nuevo revés del equipo mexicano.
“Se jugó como nunca y se perdió como siempre, lamentablemente lo de toda la vida”, afirmó Ricardo, un joven que portaba la playera verde del equipo mexicano.
Como premio de consolidación, los organizadores regalaron algunos balones, lo que generó algarabía y también algunos empujones.
La explanada quedó vacía como al inicio, pero en esta ocasión los aficionados se fueron con la certeza de que ya no habrá más partidos para la selección nacional en Qatar.