En salas de cine, museos y albercas se ha privilegiado el cumplimiento de las medidas sanitarias, donde la colaboración de la ciudadanía ha sido fundamental.
La toma de temperatura, aplicación de gel antibacterial, uso de cubrebocas, separación entre personas y uso de gorra, en el caso de las albercas, ha sido prioritaria para romper la cadena de contagios por coronavirus.
En la Red de Museos de la Ciudad de México, el Antiguo Palacio del Ayuntamiento inició operación el martes pasado con vistas reducidas al 30 por ciento y otros, como el Museo de la Ciudad de México, el Archivo de Fotografía, el Nacional de la Revolución y el de los Ferrocarrileros, se reactivaron paulatinamente con las mismas reglas de sanidad.
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Sin embargo,el funcionamiento de los museos coordinados por la Secretaría de Cultura federal y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) solo es en formato virtual y reabrirán cuando el semáforo epidemiológico pase a color amarillo.
En los cines está limitado el acceso y sólo se ocupa poco más de una cuarta parte de la sala con separación en butacas y uso obligatorio del cubrebocas antes, durante y al salir de la función.
Desaparecieron las filas y la espera en pasillos para accesar; los trabajadores mantienen estrictas medidas como separación de personas entre butacas, ocupación de una cuarta parte.
Este fin de semana se intensificó la vigilancia en dichos espacios, ante la afluencia que no superó el 30 por ciento de ocupación, como lo marca la autoridad sanitaria.
Las supervisiones en dichos espacios no sólo lo efectuó personal del gobierno capitalino, sino también los propios encargados y trabajadores de esos establecimientos.
Aunque esta semana no se tiene prevista la reapertura de otras actividades en Ciudad de México, las autoridades tienen previsto acordar un plan de reapertura turística.