Los habitantes de la Ciudad de México mantienen sus actividades durante el semáforo naranja, mientras el gobierno local se esfuerza por mantener ese color y no retroceder al color rojo, tras una tendencia de 10 días en los que se ocupan 16 camas más en promedio cada 24 horas en los 57 hospitales que atienden Covid-19 en la capital.
En las 39 colonias de atención prioritaria que concentran el 20 por ciento de los casos activos, poco a poco la gente comienza a utilizar más el cubrebocas. Es el caso de San Juan Tlihuaca en Azcapotzalco. Sin embargo, en Tezozómoc, en esa misma alcaldía siguen indiferentes ante las medidas sanitarias pese a que hay más anuncios de zona de alto riesgo de contagio. La colonia Guerrero es otra circunscripción en la que se ha incrementado el uso de mascarilla.
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En un recorrido por realizado por la calzada de Ermita en Iztapalapa los vendedores ambulantes suben a las unidades del transporte público concesionado sin cubrebocas. Algunos no les niegan el permiso. En cambio la mayoría de los pasajeros y choferes utilizan mascarilla.
No obstante, en la ruta 14 que sale de la colonia Estación, en Tláhuac con dirección al Metro Constitución de 1917, en Iztapalapa, las medidas sanitarias son ignoradas: la capacidad para guardar sana distancia y el reparto de gel antibacterial no existe. El cubrebocas si se utiliza en mayor medida.
Ante este escenario, esta semana la Secretaría de Movilidad reforzó su campaña informativa para promover el uso obligatorio de cubrebocas dentro de las unidades de transporte colectivo (ruta y corredor) y taxi, así como su portación correcta durante todo el traslado de las personas usuarias.
En al menos diez puntos en las alcaldías Cuauhtémoc, Coyoacán, Milpa Alta, Cuajimalpa, Miguel Hidalgo, Gustavo A. Madero y Xochimilco, personal de la dependencia también orientará a los operadores a evitar saturar las unidades para asegurar, así, la sana distancia entre personas.