A 27 días de que el semáforo naranja permitió el reinicio de operaciones de restaurantes, estos giros mercantiles lucen con poca clientela. Las razones: el aforo máximo permitido es del 30 por ciento en lugares cerrados y hasta 40 por ciento en espacios abiertos, aunado a la difícil situación económica.
Esto le pega a esta industria, pues operan a un 20 por ciento de su capacidad y los gastos son insostenibles. De acuerdo con la Canirac, para sobrellevar esta situación los restaurantes tendrían que aumentar su aforo a un 50 por ciento.
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Los establecimientos, según las autoridades y los propios clientes, han cumplido con las medidas sanitarias. Filtros de ingreso con toma de temperatura, reparto de gel antibacterial, uso de careta, cubrebocas y guantes.
"Al menos el personal de los negocios si aplican las medidas sanitarias. Por ejemplo, usan caretas, reparten gel antibacterial y usan cubrebocas, entonces creo que si por parte de los negocios hay conciencia", apuntó Ian Soriano, cliente de negocios de la colonia Roma.
Algunos restaurantes y cafeterías han habilitado mesas en las banquetas, conforme a lo permitido en el programa "Ciudad al aire libre". Hay silencio en estos lugares. Está prohibida la música. Esta nueva normalidad para el sector restaurantero prevalecerá, según las autoridades hasta el semáforo verde.
En la Ciudad de México al menos el 10 por ciento de los restaurantes ya no volverá a abrir sus puertas, de acuerdo con datos de la Canirac.