Trabajadores, encargados y dueños de bares, antros y cantinas realizaron anoche una protesta para demandar de las autoridades sanitarias y de la capital, la reapertura de los establecimientos ante el segundo y contundente desplome económico que afecta a miles de familias.
Los inconformes marcharon por carriles centrales de avenida Insurgentes, desde avenida Nuevo León hasta el Paseo de la Reforma.
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Reiteraron que las finanzas personales y de familia están sumamente deterioradas, al igual que la de los establecimientos ante las restricciones radicales por el Covid-19.
"Estamos en desacuerdo con el cierre de los negocios, con nuestras fuentes de trabajo por esta pandemia y es injusto nos cierren nuestros trabajos. Ya son muchos meses sin trabajar y no tenemos otro ingreso más que esas plazas de trabajo que nos están cerrando injustamente", aseveró Emilio Pozas, mesero de un antro de la zona de San Ángel.
Los manifestantes plantearon que las autoridades locales y federales no han aportado ningún apoyo económico a los trabajadores nocturnos de estos giros, lo que calificaron como un acto de discriminación.
Señalaron que el cierre de los establecimientos va a provocar que las personas se reúnan en privado, concentraciones en espacios donde no habrá control sanitario y menos con supervisión personal.
Esto acarreará más contagios, más enfermos, más muertes y más desempleo por una decisión que carece de razón.